Mesa, mantel y museo en Quintáns

Nino Soto SANXENXO/LA VOZ.

PONTEVEDRA

El Concello de Sanxenxo pondrá en marcha en el histórico pazo de Noalla una escuela de hostelería que no trastoca el proyecto de convertirlo en el museo de la sal

09 may 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Las dietas más estrictas eliminan de la comida la sal, o al menos, tratan de reducir al máximo la presencia del cloruro sódico en la mesa.

Régimen aparte, el Concello de Sanxenxo promoverá en el pazo de Quintáns de Noalla la primera escuela de hostelería del municipio, conjunto histórico que también albergará el prometido museo de la sal.

Fuentes municipales destacaron que el papel culinario que jugará el pazo que data del siglo XVII no cambia el plan de rendir homenaje a uno de los productos que fue el motor de la economía local y de la comarca de O Salnés, de ahí su nombre.

«Ambos usos son perfectamente compatibles ao compartir un mesmo obxectivo, que non é outro que a dinamización do turismo», precisó la alcaldesa, Catalina González.

El anuncio de habilitar en el pazo Quintáns una escuela de hostelería llega cuatro años después de que el Ayuntamiento desembolsara 1,2 millones de euros a los antiguos propietarios del pazo. «Estamos traballando nun proxecto que vai encamiñado a crear a primeira escola de hostalería do municipio», insistió la regidora municipal.

González precisó que en la visita de esta semana del presidente de la Diputación a Sanxenxo logró el apoyo para la rehabilitación del inmueble.

La alcaldesa indicó que los próximos días la Administración provincial y el Concello decidirán si suscriben un convenio para ejecutar el proyecto o si, por otro lado, se adjudica un contrato directo.

Cuando las arcas municipales disfrutaban de una mejor salud y la crisis económica no había azotado a las Administraciones, el Concello contemplaba acometer en el pazo de Quintáns el museo de la sal, una de las cuatro piezas de la denominada red de museos, que se completaría con A Telleira de Vilalonga, la casa de Don Fernando en Portonovo y la Casa de Arra.

En el museo de la sal, sus paredes acogerían visitas guiadas en las que se explicaría el mundo de las minas de sal y la importancia que tuvieron las salinas para la economía de varios épocas.