La adjudicación a dedo de la cafetería de la Azucarera divide a los hosteleros de Portas

Cristina Barral Diéguez
Cristina Barral PORTAS/LA VOZ.

PONTEVEDRA

09 may 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

División de opiniones entre los hosteleros de Portas a raíz de hacerse público que el alcalde, el popular Roberto Vázquez, adjudicó a dedo a través de una autorización en precario la explotación del edificio de la Azucarera con un bar-cafetería. La Voz contactó ayer con varios establecimientos para conocer su opinión al respecto.

Todos los consultados accedieron a dar su versión con la condición de que su nombre y el del local queden en el anonimato. Algunos expresaron su malestar con el proceder del regidor y otros se mostraron indiferentes. Como ejemplo, dos testimonios. «Yo no entro ni salgo. No me interesa ese tema, yo estoy a lo mío y nada más», comentó un hostelero de Portas.

Otro criticó la decisión de Vázquez Souto y no descartó alguna medida, ya que «el malestar es grande»: «¿Qué me parece? Es una cosa injusta. Yo pensaba que estaba legal y ahora me entero por el periódico de que fue una adjudicación a dedo». El propietario de este restaurante habló de «competencia desleal aprovechándose de un local público» al no haber habido licitación ni subasta pública previa. «No se puede dar algo a los amigos aprovechándose del bien de todos», remachó.

El BNG de Portas, que el viernes dio a conocer el caso, no quiso difundir el nombre del adjudicatario del bar al entender que «quen actúa irregularmente é o alcalde, non o concesionario». Sin embargo, el nombre de esa persona estaba ayer en boca de los hosteleros. Fuentes consultadas por La Voz afirmaron que se trata de una mujer, familiar directa de David Neira Caldas.

Este hombre testificó el pasado 23 de febrero en el juicio contra el regidor por contratar obras y servicios del Ayuntamiento a empresas de su familia. En concreto, David Neira fue citado a declarar por el fiscal como socio de la firma Excavaciones Luneira, dedicada al movimiento de tierras. En la sentencia, que condenó a Roberto Vázquez a un año de suspensión y una multa de 3.600 euros por un delito de negociaciones prohibidas a los funcionarios, se afirma que Excaciones Luneira fue una «empresa interpuesta» que sirvió para evitar una contratación directa del Concello con entidades vinculadas al regidor.