Fomento subastará en los próximos meses las obras de la circunvalación

A. Castroverde

PONTEVEDRA

Sacará a concurso este año los 11 kilómetros de Vilaboa a la carretera de Campo Lameiro por A Ermida

29 abr 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Después de décadas de espera, la circunvalación de Pontevedra entrará este mismo año en fase de obras. El delegado del Gobierno, Antón Louro, anunció ayer que Fomento se propone sacar a contratación en los próximos meses todo el recorrido entre Vilaboa y la carretera de Campo Lameiro. El político pontevedrés indicó asimismo que el Gobierno concede máxima prioridad a la conexión de Pontevedra con Vigo a través de la autovía de nueva construcción A-59. Esta última tendrá preferencia sobre la A-57, la otra vía de gran capacidad prevista para conectar Pontevedra con la autovía A-52.

Louro, que ayer pasó revista al inicio de las obras en O Pino, dejó claro que el compromiso de licitar la circunvalación antes de que remate el año incluye tanto el tramo entre Vilaboa y A Ermida (carretera de Ponte Caldelas) como el comprendido entre A Ermida y Pilarteiros (carretera de Campo Lameiro).

Los proyectos de estos dos tramos, que suman 11,2 kilómetros, están ya a punto. Ambos fueron encargados en marzo del 2009 con un plazo de ejecución de un año. Una vez entregados, los técnicos del ministerio tendrán que darle su visto bueno antes de la aprobación definitiva. Después, el Consejo de Ministros deberá autorizar la contratación de las obras como paso previo a la licitación entre las empresas del sector.

El delegado del Gobierno indicó igualmente que el Ejecutivo concede máxima prioridad a la conexión de Pontevedra con la red arterial de Vigo a través de la A-59. Se trata de la autovía más pegada a Arcade y Redondela que fue impulsada por Fomento a gran velocidad desde la llegada del ministro José Blanco. Esta autovía tendrá preferencia sobre la conexión de Pontevedra con la autovía A-52, pendiente de realización desde 1993 para garantizar un enlace sin peaje y por cuatro carriles hacia Ourense y Madrid.

La razón última de esta prioridad es el elevado tráfico que soportan la carretera N-550 y la AP-9, según indicó el delegado del Gobierno. A este respecto, destacó que ambas carreteras se sitúan en algunos puntos conflictivos -como el nudo de O Pino y Rande- en el entorno de los 50.000 vehículos. No obstante, en la mayor parte de su recorrido entre Pontevedra, Figueirido, Arcade y Redondela, la N-550 se sitúa en el entorno de cifras comprendidas entre los 20.000 y los 25.000 vehículos al día, una intensidad de tráfico también muy elevada.

Los proyectos de la A-59 fueron licitados entre finales de octubre y noviembre del pasado año. Todo apunta ahora a que las obras podrían iniciarse en el año 2012 si no hay retrasos.