La Consellería de Medio Ambiente afirmó ayer que el organismo Augas de Galicia no tuvo conocimiento del vertido de aceite a un arroyo que desemboca en el río Follente, en el municipio de Caldas, hasta ayer. Un portavoz del departamento de la Xunta señaló que ni la empresa Covsa, a la que se achaca el foco contaminante, ni el Ayuntamiento comunicaron oficialmente lo sucedido a finales de febrero con un tanque que, por un descuido, quedó abierto y vertió unos cuatro mil litros de aceite en el arroyo. Fue un vecino el que alertó a la Guardia Civil el 1 de marzo.
«Hasta hoy [por ayer] no había constancia del vertido ni de su alcance», apuntaron desde la consellería. Pese al tiempo transcurrido, técnicos de Augas se desplazaron ayer a la zona de Paradela, en la parroquia de Bemil, para inspeccionar el terreno y evaluar el impacto del vertido, siguiendo el protocolo habitual en estos casos para elaborar un informe.
Pese a que está abierta una investigación por parte del Juzgado de Instrucción número 2 de Caldas, que recibió un informe del Seprona, Medio Ambiente no descarta que el incidente pueda derivar en la apertura de un expediente sancionador contra Covsa si se demuestra que hubo «dejadez» o «negligencia».
Por su parte, el alcalde de Caldas, el socialista Juan Manuel Rey, dijo ayer que se enteró del vertido por el Seprona cuatro o cinco días después de producirse. No obstante, el regidor hizo gestiones con la empresa, de la que destacó que adoptó las medidas correctoras y de recuperación del terreno necesarias. El político cuestionó el papel del organismo de la Consellería de Medio Ambiente: «Augas de Galicia y el señor Evaristo Juncal [jefe territorial] están más pendientes de mis movimientos que de lo que pasa en los ríos».