La capital provincial debía 24 millones hace un año y los dos municipios del norte de la ría 21 millones más
06 feb 2010 . Actualizado a las 02:00 h.La deuda de las Administraciones no solo preocupa al Banco de España y a los inversores privados. También va a ser mirada con lupa por los organismos encargados de revisar las finanzas públicas. El Consello de Contas acaba de poner en su punto de mira los concellos de Pontevedra, Poio y Sanxenxo para fiscalizar a fondo sus deudas. No son los únicos municipios de la provincia que van a ser revisados. Vigo, Vilagarcía, O Grove y Nigrán también serán sometidos este año a fiscalización.
La apelación al crédito por parte de los gobiernos locales fue especialmente intensa a lo largo de los últimos meses. Menores ingresos provenientes del Estado, menor recaudación de tributos y tasas y, sobre todo, el frenazo a la venta de solares, como consecuencia de la crisis del ladrillo, están detrás de una situación en la que los concellos tienen que recurrir a la financiación de bancos y cajas.
Aunque es consciente del creciente grado de endeudamiento de los ayuntamientos en el 2009, Contas va a fijarse fundamentalmente en el ejercicio del 2008. A finales de ese año, Pontevedra tenía una deuda de 24 millones de euros, Poio de 8 y Sanxenxo de 13, según refleja un documento con el plan de actuaciones para el 2010 que ya fue aprobado por el Parlamento gallego. En esa misma fecha, Vigo tenía una deuda de 31 millones, Vilagarcía de 18, Nigrán de 5 y O Grove de 6, de acuerdo con los indicados datos.
En algunos de estos concellos no solo se ha tenido en cuenta el importe global de su deuda a la hora de ser seleccionados para la fiscalización, sino que también se atendió a otros conceptos indicativos de la situación, entre ellos, la deuda por habitante. Así, Sanxenxo ocupaba el quinto lugar entre los seleccionados en el conjunto de Galicia con 796 euros por habitante y O Grove el décimo puesto con 538. Las cifras correspondientes a Poio arrojan 517 euros por habitante y las de Vilagarcía 499.
Además de determinar el volumen y la estructura de la deuda, la fiscalización conllevará un examen para ver si se han respetado los límites de estas operaciones y los procedimientos legales. También se comprobará si han tenido el adecuado asiento contable.
La intervención de Contas suele ser acogida con diversidad de opiniones. Algunos responsables políticos señalan que puede resultar positiva, pero también ponen de relieve que en ocasiones obliga a dejar de lado otras cuestiones para recabar datos. El gobierno local de Pontevedra siempre mantuvo que su deuda está dentro de los parámetros normales.