Con el plan general de Pontevedra desatascado y ya en fase final, el Ayuntamiento de Pontevedra se ha apresurado a diseñar una zona de «disfrute da cidadanía», en palabras del edil de Infraestructuras, César Mosquera, en la gran bolsa de suelo que se extiende en el litoral de Lourizán, una vez que expire la concesión administrativa de la que goza Ence para hacer uso del suelo. Será en el 2018, dentro de ocho años.
El suelo pasará, según establece la ley estatal de Costas, a ser espacio de dominio público marítimo terrestre. Pero incluso así existen resquicios para hacer de la zona un espacio de expansión urbana. No será posible la recalificación del suelo para convertirlo en solares en los que hacer negocio inmobiliario mediante la edificación de viviendas a pie de ría. Pero le ley dispone de resquicios que permiten levantar edificaciones dedicadas al estudio o divulgación de ámbitos relacionados con el mar. De hecho, el propio alcalde de Pontevedra, Miguel Anxo Fernández Lores, ha manifestado en reiteradas entrevistas en medios de comunicación que así podría ser.
Sin embargo, grupos ecologistas como Salvemos Pontevedra, que mantiene desplegados diversos frentes judiciales contra agresiones al dominio público marítimo terrestre en toda la ría de Pontevedra, defienden que el destino final del complejo de Lourizán es volver a convertirse en la ensenada que era antes de los rellenos sobre los que ahora se asienta Ence.
De hecho, los ecologistas sostienen que desde el Ayuntamiento se han amparado algunas actuaciones que hacen imposible esta recuperación, como el trazado del tren entre Pontevedra y el puerto de Marín.