El frenazo al puente de As Correntes eleva la tensión Concello-Costas

A. Castroverde

PONTEVEDRA

El gobierno local opta por el silencio para no complicar aún más el plácet a una obra parada desde el 12 de junio

15 dic 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Concello y Costas viven momentos de tensión por el frenazo a la construcción del puente de As Correntes, una actuación clave para comenzar a atajar los atascos en uno de los principales puntos negros del tráfico en la ciudad. La obra acaba de cumplir medio año de retraso después de que el pasado 12 de junio llegase al Pazo Municipal una comunicación de Costas en la que se ordenaba su paralización «por imperativo legal», tras detectar «la realización de actuaciones no autorizadas sobre terrenos calificados como de dominio público-terrestre».

Al caso Correntes hay que sumar en esta tensa situación el de la avenida de Marín. El gobierno local admitió recientemente que debería limitar sus trabajos a las calles perpendiculares y a la zona más interior por carecer del permiso de Costas para actuar en la franja más próxima al mar, donde debe ir el nuevo paseo peatonal. En una comparecencia del concejal Luis Bará se dio cuenta de esta circunstancia hace unas semanas sin añadir más leña al fuego. No obstante, otras fuentes apuntan que en algunas instancias locales se sigue con asombro esta exigencia y no se acaba de comprender por qué Costas no exigió a Fomento autorización para explotar durante décadas la vieja autovía a Marín.

Pese a la evidente situación de malestar generada entre las dos Administraciones y que se traslada cada día a miles de pontevedreses que sufren las retenciones por el estrechamiento de la avenida del Uruguay, las dos partes se han limitado a mantener conversaciones a alto nivel y han procurado suavizar sus posiciones públicas para que no enturbien aún más la situación.

Silencio y retoques

Tanto el alcalde, Miguel Fernández Lores, como el responsable de Infraestruturas, César Mosquera, declinaron en varias ocasiones -la última ayer mismo- pronunciarse públicamente sobre esta cuestión. Se sabe, no obstante, que el gobierno local ha dado incluso una especie de carta blanca a los técnicos para retocar el diseño de la actuación y reconsiderar incluso la rotonda de Domingo Fontán, glorieta que parece centrar las discrepancias. Se trataría, según algunas fuentes, de redimensionar esta glorieta -reduciendo radio y elevación- o, incluso, de suprimirla sin más rodeos.

A grandes rasgos, el problema consiste en que el Concello precisa una concesión o una autorización para ocupar la franja de dominio público marítimo-terrestre para dar continuidad al viaducto de As Correntes. Hasta ahora, el plácet no ha llegado, pero varios responsables de la Administración Central apuntaron que la solución estaba en puertas tras flexibilizar su postura el gobierno local. Desde el Concello ya se han enviado, al parecer, los nuevos planos para desbloquear una operación más amplia que tiene como objetivo aligerar el tráfico en A Barca.

Esta operación pasa por reordenar el nudo de la AP-9 en Bomberos-A Barca y podría incluir el rediseño final de la boca norte de As Correntes. Según el diseño que manejan Poio y Pontevedra, el tráfico que ahora sale por A Barca pasaría a tener otra vía de escape bien distinta hacia Sanxenxo y Poio: los vehículos saldrían por la avenida del Uruguay, puente de As Correntes, un nuevo paso sobre la AP-9 hasta la carretera de Vilagarcía. Luego, un nuevo vial desde la rotonda de O Vao hasta la PO-310 y, a través de esta vía, hasta la rotonda de Ferreirós. A su vez, el tráfico de entrada quedaría también con un solo sentido Ferreirós-puente de A Barca-Colón.