Mirón supedita su puesto en la Cámara a la viabilidad de Casas Novas

La Voz

PONTEVEDRA

15 nov 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

El puesto del presidente de la Cámara de Comercio, Ricardo Mirón, es ajeno a cualquier dificultad económica que pueda estar pasando la empresa que preside, sin embargo, ha decidido que sea Casas Novas la que incline la balanza en las próximas elecciones del organismo cameral, que se celebrarán en la primavera del próximo año. Hasta entonces, los administradores concursales que le designe el juzgado de lo Mercantil de Pontevedra tendrán que gestionar la suspensión de pagos en la que se encuentra sumida la constructora desde que el pasado septiembre se vio abocada a recurrir al concurso de acreedores.

«Yo ahora mismo estoy en un proceso concursal con mi empresa, pero la idea es volver a presentarme porque cuatro años no son suficientes para cumplir con los proyectos. Sí las cosas van bien, me presentaré», explica Ricardo Mirón. La situación de Casas Novas no es fácil, según revelan los datos económicos del último año. Aunque desde la CIG aseguran que los motivos financieros no justificarían el concurso de acreedores, las cifras de la constructora revelan que la empresa solo dispone en caja de seis mil euros de liquidez.

A pesar de que está en una coyuntura complica, mantiene el interés en seguir al frente de la Cámara y repite que «si la situación de mi empresa es normal, volveré. Ahora mismo estamos trabajando, negociando con bancos e intentando cobrar las deudas para lograr circulante y liquidez que devuelva la viabilidad a la empresa. Ahora no tengo fecha para decidirlo, pero por si mi fuera en 15 días tendría la respuesta».

Años de austeridad

Este año cumplirá 28 años en la Cámara -solo cuatro como presidente- asegura que además de «la ilusión» que asegura mantener por el puesto, tiene ideas para continuar en la brecha del tejido empresarial de los 25 ayuntamientos que forman la demarcación. «Es un puesto en que tienes que tener tiempo porque supone mucha dedicación, pero es una labor que satisface», asegura.

Sin embargo, por mucho placer que le suponga la presidencia de la Cámara, - no reciben una asignación mensual por ostentar el cargo-, de volver a presentarse solo lo haría por cuatro años más, pero sería un mandato marcado por la austeridad. El pleno del organismo aprobó los presupuestos para el próximo año con una reducción de cerca de 300.000 euros sobre la partida anterior.

Un 12% menos que en el 2009

El presidente reconoce que «son menores porque se prevén mucho menos ingresos de los que había hasta ahora. El presupuesto cayó alrededor de un 12% porque el impuesto de sociedades baja muchísimo».

La Cámara tendrá que hacer frente a todos los gastos anuales con algo más de 1,5 millones de euros, de los que el 50% se los llevará el apartado de Comercio Exterior y Exterior y en torno a los 158.000 euros se destinarán a cursos, programas y otras actividades. «Trataremos de buscar dinero por otras vías, a través de instituciones, cursos e infinidad de proyectos que tenemos para poder generar recursos», señala Ricardo Mirón.