Denunciado un joven por matar de una patada a un perro

PONTEVEDRA

15 nov 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Un joven de la parroquia de Aldán, en el municipio de Cangas, ha sido denunciado ante el Seprona por matar a un perro de un patada, un suceso que ocurrió el pasado lunes en plena vía pública de Bueu. Si bien el propietario de la mascota no identificó con nombres y apellidos al supuesto agresor en la primera denuncia interpuesta, sí que lo hizo posteriormente en la ampliación de la misma.

En su escrito ante la Guardia Civil, el denunciante, nacido en Moaña aunque reside habitualmente en Madrid, indicó que el incidente se produjo sobre las siete de la tarde en la confluencia de las calles Pazo Fontenla y Alfonso Daniel Castelao. Estaba paseando acompañado por sus dos perros, un caniche de nombre Eto'o -«por el ex jugador del Barcelona»- y un mestizo de unos nueve años y de unos siete kilos de peso, Pecas «porque tenía el morrito todo negro con pecas». Sostiene que ambos iban debidamente atados con correa.

Todo apuntaba a que iba a ser otra tarde más hasta que apareció un can, «de color blanco con pintas negras, de los denominados ratoneros». Al parecer, el tercero en discordia mordió a Pecas, «por lo que el denunciante procedió a separarlo con el pie, debido a que llevaba las manos ocupadas», según se refleja en las diligencias abiertas por el instituto armado.

«¡Estás tonto!»

El moañés, al parecer, le echó en cara al joven que no llevase al perro con correa. La respuesta de su interlocutor fue contundente: «¡Estás tonto!», al tiempo que, aparentemente, le amenazaba con una bofetada, según el relato del denunciante.

Este, tal vez para evitar mayores problemas, decidió continuar con su camino. El problema es que, y siempre según su versión, el ratonero volvió a echarle el diente a su perro.

De nuevo, se vio obligado a separarlos con el pie, instante en el que, a priori, se produjo la agresión. El joven «reaccionó de modo violento, propinándole una patada al perro». Como consecuencia del súbito golpe, Pecas se desplomó en el suelo.

No se quedó ahí la cosa. El moañés precisó ayer que el joven, acto seguido, le amenazó con darle un puñetazo.

No hizo caso. Tenía cosas más preocupantes de las que ocuparse. Sin perder ni un instante, recogió al perro y lo trasladó a un centro veterinario que se encuentra en las proximidades del lugar donde se produjo el incidente. No pudieron hacer nada. Le recomendaron que se desplazase hasta una clínica de Marín, donde también le confirman el óbito del perrito.

No le quedó más remedio que incinerarlo, proceso por el que le cobraron noventa euros.

Al mismo tiempo que se ha interpuesto la denuncia, allegados del moañés trasladaron lo ocurrido a distintas organizaciones que velan por los derechos de los animales de distintos puntos del territorio nacional para que tomen cartas en el asunto y se posicionen contra este tipo de conductas.

En todo caso, y en relación con las diligencias abiertas por el Seprona a raíz de tener conocimiento de los hechos denunciados, no se descarta que la Guardia Civil tome declaración al sospechoso.