La empresa da tres años de plazo para convertir Lourizán en la planta más productiva de las tres españolas
19 jun 2009 . Actualizado a las 02:00 h.Los representantes del comité Intercentros de Ence se trajeron en la maleta de su encuentro en Madrid con el consejero delegado, Alberto Palacios, la promesa de no trasladar la fábrica fuera de Lourizán. Era la primera vez que se reunían los miembros del comité Intercentros del grupo desde que saltase en Huelva la amenaza de un expediente de regulación de empleo y la pastera se deshiciese de su planta en Uruguay. La intención de la empresa puede encontrarse una pared infranqueable si la apuesta del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, de trasladar la planta dentro de la comarca, sigue en pie.
Aunque esta es la propuesta más fuerte que llegó en el equipaje de los representantes pontevedreses en el comité Intercentros, la dirección del grupo quiere que la fábrica de Pontevedra se erija sobre Navia y Huelva como la más eficiente en un plazo de tres años. «Quieren que recupere la productividad además de intentar que sea la planta más eficiente en los próximos tres años, tanto en producción como en gastos», señaló el responsable sindical del grupo independiente, Francisco Luis López, a su regreso a Pontevedra.
La dirección pide a los trabajadores que colaboren para convertir esta fábrica en un referente dentro del Grupo. Para llegar a los objetivos propuestos por la compañía, es necesario, según explicaron fuentes próximas a la planta, acondicionar las instalaciones actuales, lo que descarta en un principio levantar nuevos módulos. En la fábrica pontevedresa, la producción alcanzó más de 81.000 toneladas de pasta durante el primer trimestre del 2009, un 7% más que el mismo período del pasado año. Entonces, la parada técnica de marzo tuvo una duración mayor de lo habitual. Solo la planta de Huelva, afectada por un plan de viabilidad que amenazaba con regular a toda la plantilla, produjo más de 93.000 toneladas.
Próxima reunión
La concesión de Ence en la ría de Pontevedra expira en el 2018. Los trabajadores aseguran que la empresa se ha comprometido con ellos a buscar una solución en los próximos tres años. Los nuevos representantes del comité formado por la CIG y UGT son partidarios de que el traslado se produzca dentro de la comarca, mientras CC.OO. y el grupo independiente son contrarios a este traslado.