Comer es un placer

M. Conde / Ch. Lago redac.pontevedra@lavoz.es

PONTEVEDRA

13 mar 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Luz tenue, música de piano de fondo... Una ambientación de lo más relajante para sentarse a la mesa y degustar el menú de las sensaciones que ayer prepararon los alumnos del CIFP Carlos Oroza. Un menú preparado especialmente para personas invidentes y para potenciar otros sentidos como el olfato, el gusto y también el oído. Pero también un ejercicio en el que los futuros profesionales de la hostelería pudieron aprender cómo atender y servir a personas con deficiencias visuales. Para ello tuvieron hace unos días también un curso impartido por una responsable de la ONCE. Y ayer llegó el momento de poner todo en práctica con la comida que el centro sirvió a más de treinta personas afiliadas a la organización de ciegos. Aperitivos variados de entrante, crema de legumbres de temporada, revuelto de wakame (un alga que se da bastante en las Rías Baixas) con marisco y escalopines de ternera con verduras y puré de patata y coliflor fueron los platos elegidos por los estudiantes del ciclo medio de Cocina, instruidos por Francisco Orge, que tuvieron en cuenta, no solo que se tratase de productos de temporada y autóctonos, «sino también que la combinación de salsas potenciase los sabores y los contrastes», como explicó otra de las coordinadoras de la actividad, la profesora Tina Otero. La composición de cada plato. Los menús estaban escritos en braille y los alumnos del ciclo medio de Restaurante Bar, coordinados por Maica Couto, se encargaron no solo del montaje y ambientación, sino también de explicarles a cada uno de los comensales la composición de cada plato, mientras los de Información y Comercialización Turística fueron quienes recibieron y guiaron a los invitados. «También se ha tenido en cuenta -añadió Tina Otero- que se tratase de productos que no presentasen dificultades para ser degustados. El director del Centro de Recursos Educativos Santiago Apóstol, José Manuel Abraldes Rodeiro, que fue uno de los participantes en la comida, destacó la experiencia, «que esperamos repetir el año próximo» y reveló algunas de las técnicas que se utilizan a la hora de servir un menú a discapacitados visuales. «Una de ellas es convertir el plato en un reloj virtual -indicó el director-. Así, por ejemplo, se le puede decir al comensal que la carne está a las doce, la guarnición a las tres... La persona sabe que a las seis está lo más próximo y a las doce lo más lejano». Indicó a este respecto que cuando las salsas se sirven en el plato, se procura siempre que sea a las doce, «para evitar que le salpiquen». Abraldes concluyó que no solo los comensales marcharon satisfechos, «sino que fue también una actividad muy bonita para el alumnado».

De alumnos a profesionales. Iñaqui Bretal, del restaurante pontevedrés Eirado da Leña, representará a la gastronomía gallega en la séptima edición de Sevatur, el Salón Internacional de la Evasión y el Turismo de San Sebastián, que se celebrará este fin de semana en el Palacio Kursaal. Bretal participa en la sección temática Un viaje a través de los sabores, una apuesta por el turismo gastronómico, y presentará productos típicos del país en forma de menús degustación, como lacón con grelos, espuma de patatas de Xinzo de Limia, chorizos de Lalín con sopa de maíz y albahaca, mejillón gallego con mayonesa y ajada y tatar de gambas con vinagreta de verduras al cebollino. Para chuparse los dedos!

Y si antes nos sentamos en la mesa ahora volvemos al punto de partida. Alumnos de cuarto curso del CEIP A Xunqueira II realizaron ayer sus compras en la plaza de abastos de Pontevedra, dentro de las jornadas de alimentación infantil y hábitos saludables que organiza la Federación de Asociaciones de Nais e Pais en convenio con el Concello. Los chavales traían preparado un menú para un día entero, en el que por cierto, abundaba el chocolate, y luego elegían los productos. Posteriormente, el cocinero y nutricionista Alfredo Gándara, que les explicó la importancia de leer las etiquetas antes de elegir el producto más adecuado a cada uno, puntuaba los menús escogidos. Al grito de Non sexas papán, come san, los chavales participaron en esta iniciativa en la tienda Don Cenorio, preparada para la ocasión en la planta alta del mercado de abastos, en la que había todo tipo de productos. Por cierto, que los pescados y las frutas no fueron, ni mucho menos, de lo más solicitado y algún escolar se decantó por una escarola a la que llamó escayola. Los pequeños consumidores llevaban una bolsa de papel en la que metían los comestibles. Paula García y Raquel Iglesias cogieron, leche, zumo, tostadas y chocolate para el desayuno; carne, arroz, yogur, agua y copa de chocolate, para la comida; bocadillo de fiambre para la merienda, y para la cena, verdura, tortilla y mejillones. Sus compañeros Ángel Rodríguez y Rubén Beiró se decantaron por leche y galletas para el desayuno; carne, arroz, agua y yogur para la comida; bocadillo de fiambre para la merienda, y tortilla para la cena.

Quienes también utilizaron el chocolate, aunque no para comer sino para hacer arte, fueron los niños de 4 a 7 años que participan en los obradoiros A procura do tesouro, coordinados por Migallas Teatro. La actividad programada dentro de este taller que imparte la actriz María Campos consistió en la creación de un mural colectivo, realizado a base de ingredientes como el merengue, el chocolate o el huevo. A partir de dos cuentos La casita de chocolate, de los hermanos Grimm y Sueños de Circo, de Joxan Ormazábal, los pequeños artistas dejaron volar su imaginación para realizar sus comestibles creaciones. De hecho, según cuentan las monitoras, en las primeras sesiones de prueba que realizaron los niños, les costó bastante impedir que probaran el material antes de hacer los trabajos. Y quién se resistiría!...