La policía pone cerco a la venta de droga en el poblado de O Vao

PONTEVEDRA

11 mar 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

La Policía Nacional y la Guardia Civil se han propuesto acabar con el continuo trasiego de drogodependientes que, diariamente, acuden al poblado gitano de O Vao para conseguir su dosis. De hecho, el lunes por la tarde y el martes por la mañana, agentes adscritos al Grupo Operativo de Respuesta (GOR), junto con un subgrupo de la Unidad de Prevención y sendas dotaciones del instituto armado tomaron los accesos al asentamiento marginal de Poio.

De este modo, entre las cinco de la tarde y las doce de la noche del lunes, y las nueve de la mañana y las dos de la tarde de ayer, la labor policial se saldó con unas 150 personas identificadas cuando pretendían acceder o abandonar el entorno de O Vao. Asimismo, se procedió a controlar exhaustivamente los vehículos que transitaban por los accesos al poblado.

Asimismo, la Comisaría subrayó que se levantaron una decena de actas por presunta infracción a la Ley de Seguridad Ciudadana, ya fuera por la posesión o consumo de sustancias estupefacientes en la vía pública o por la tenencia de objetos considerados como armas prohibidas. En este sentido, una portavoz del Cuerpo Nacional de Policía matizó que fueron intervenidos varios palos, tres navajas, otros tantos cuchillos, un hacha y varias bolsitas de plástico de una sustancia estupefaciente que se sospecha es heroína.

Conscientes de que la única manera de atajar el problema derivado del trapicheo de O Vao, la Comisaría anunció que los controles de estos días «son los primeros de los que, a partir de ahora y de forma aleatoria, se llevarán a cabo por el GOR en dicha zona para la prevención de actividades de carácter ilícito».

En este sentido, se puso de manifiesto que los agentes no llegaron a entrar en el poblado, sino que se limitaron a controlar los accesos al mismo.

La medida ha sido recibida con optimismo por vecinos próximos al asentamiento marginal. No obstante, también hubo espacio para la critica. Y es que varias de estas personas consultadas resaltaron que se trata de algo que «llega con varios años de retraso. Se tenía que haber puesto en marcha antes».