«La situación es insoportable. Aquello se ha convertido en un meadero y en un foco de infecciones, y el Concello no ha hecho nada. Bueno, sí, colocar un precinto de plástico en la puerta que, claro está, no duró nada». Vecinos de Echegaray criticaron ayer duramente lo que consideran es un ejemplo de desidia por parte del Ayuntamiento de Pontevedra, al que acusan de no haber hecho nada por buscar una solución a la okupación de un edificio de está céntrica calle.
Así, miembros de una comunidad de vecinos añadieron que, al igual que hizo en su día la asociación de San Roque, meses atrás, ya tramitaron un escrito poniendo al corriente al gobierno municipal de lo que está ocurriendo. «Por el momento, no han hecho nada», reiteraron al respecto.
En este sentido, estas mismas fuentes advirtieron de que cada vez son más las personas que acuden al inmueble. «Las anteriores denuncias públicas solo sirvieron para darle publicidad y ahora viene hasta gente de Bellas Artes e, incluso, chicos con buena apariencia. Es como si fuera un hotel cinco estrellas para los indigentes de Pontevedra», añadió una viandante.
Aspecto desolador
Lo cierto es que el interior de la casa ofrece un aspecto desolador, con la basura y desperdicios campando a sus anchas; con falsos techos arrancados, al igual que parte de la instalación eléctrica; con la balaustrada de hierro del pasamanos en paradero desconocido; con excrementos en algunos puntos del suelo; y todo completado con una mezcla de olores entre los que sobresalen los de orina, humedad y podredumbre.
Los vecinos relataron, asimismo, que cada vez son más frecuentes las broncas protagonizadas por estos, cuanto menos, incomodos inquilinos.
A lo que lo que consideran como un foco insalubre, se suma el hecho de que «cada noche siempre salen a rebuscar entre los contenedores. Cogen las bolsas y las abren esparciendo todo su contenido en la acera».
Los vecinos ya no solo critican la existencia de esta situación en pleno centro de Pontevedra, sino que lamentan profundamente la imagen que se llevan muchos turistas y visitantes. «Esta calle no es precisamente de las menos transitadas o conocidas de Pontevedra», insistieron estas fuentes al respecto.