Los furancheiros forman una federación para luchar contra el decreto que restringe su apertura
PONTEVEDRA
Los furancheiros se han organizado en federación para luchar contra un decreto que les permite abrir desde diciembre, pero restringe su apertura a solo cuatro meses del año. Tendrán la sede social en el centro cultural de Vilaboa y lucharán para que la normativa autonómica sea anulada. El alcalde de la localidad, José Luis Poceiro, les presentará el local para que puedan reunirse y planear las protestas que llevarán a cabo durante el próximo año.
La organización se ha constituido sobre la plataforma, en la que aparecen reflejados furanchos de O Morrazo, Redondela, Sanxenxo Meaño, Marín y Bueu. Antes de que se acabe el año y para que su voz se escuche más alto en la Administración autonómica, la dirección del colectivo entregará 6.000 firmas en la delegación de Industria de Pontevedra, como medida de repulsa contra un decreto que consideran injusto desde su aprobación.
La normativa aprobada por la Xunta y furancheiros el pasado mes de abril estipulaba que cada loureiro debe declarar la producción anual de vino ante la consellería competente. Con esto se podrá certificar que el local solo puede abrir sus puertas para vender el vino de casa y no otro comprado, además de reducir su oferta culinaria a un máximo de cinco tapas de fácil elaboración.
Pero el caballo de batalla no fue solo las condiciones vinícolas, sino que los horarios de apertura marcaron uno de los principales debates durante las negociaciones. El período en el que puedan atender al público no deberá exceder, en ningún caso, los cuatro meses anuales. Debe ser el ayuntamiento de cada municipio el que decida los meses en los que se podrá ejercer esta actividad.
Fuentes de la federación señalan que en este aspecto es donde radican los mayores conflictos, ya que los Concellos tienen problemas para conceder estas licencias.