El Pontevedra conquistó el Trofeo Villa de Foz al imponerse al Lugo en la tanda de penaltis por 4-5 después de que el encuentro, que fue muy intenso y disputado, concluyera con empate sin goles. Felipe Tigrao anotó la pena máxima decisiva.
La primera mitad estuvo muy nivelada. Los dos equipos salieron al terreno de juego dispuestos a dejarse la piel en cada acción y, sin cometer errores defensivos dignos de destacar, dieron muestras de que la cercanía del inicio de la competición oficial estaba muy presente. Los 200 aficionados que poblaron la grada del campo municipal Martínez Otero agradecieron el esfuerzo de los futbolistas hasta el punto de que por momentos también se metieron en el partido con gritos de aliento como si se tratara de un duelo de liga.
El pequeño rifirrafe que se montó por una patada de Pelegrina a David Arrollo, que supuso la tarjeta amarilla para el central granate, puso de manifiesto que en juego estaba algo más que el Trofeo Villa de Foz. Moncho y Bermudo se encararon posteriormente y Xavi Moré y Rubén Durán lo hicieron al filo del descanso. En cualquier caso, la sangre no llegó al río.
La primera acción de peligro también sirvió para sembrar la polémica. Los jugadores lucenses reclamaron como penalti una caída del Chino Losada en el área a los 16 minutos. El ex futbolista del Mallorca perdió la partida en un salto con Vázquez, aunque el colegiado entendió que el empujón no fuera más que una carga legal.
Tres minutos más tarde, el Pontevedra dispuso de su única oportunidad del período inicial. El remate de Quique Cubas lo detuvo sin demasiadas dificultades Javi Muñoz. La siguiente llegada lucense se solventó con un potente lanzamiento del propio Losada desde la frontal que se marchó rozando el poste. Poco después Rubén Durán se erigió en protagonista con un libre directo que obligó a Saavedra a realizar una meritoria intervención. La acción acabó en un saque de esquina.
La intensidad continuó en la reanudación, pero las ocasiones no llegaron hasta el último cuarto de hora. En ese instante, Rubén Durán pudo adelantar al Lugo. Su chut superó a Saavedra, pero un defensa granate sacó la pelota bajo palos. El público ya se había levantado para cantar el tanto.
La respuesta granate la puso Jonay con un impresionante disparo que se estrelló en el larguero. Dos después, Felipe Tigrao se quedó solo delante de Viusky, pero no supo definir. El cancerbero aguantó el tipo y desbarató el peligro. Un remate de cabeza de Pablo Ruiz que salió rozando el larguero en una cantada de Saavedra fue la última oportunidad para acabar con el cerocerismo.
El Pontevedra estuvo contra las cuerdas en la tanda de penaltis, pero al final logró llevarse el gato al agua. Alejandro Vázquez lanzó alto después de que Manolo subiese el 1-0 al marcador, pero luego Saavedra detuvo el lanzamiento de Javi. Jonay hizo el 1-1, Pablo Ruiz anotó el 2-1, Xavi Moré erró el siguiente penalti, posteriormente hizo lo propio Bruno Felipe y Dul restableció la igualada (2-2). Manu puso el 3-2, Charles el 3-3, Rubén Pardo anotó el 4-3 y Duque el ?4-4. En ese instante decisivo, López fue incapaz de transformar su lanzamiento y Felipe Tigrao le dio el Trofeo Villa de Foz al Pontevedra.
Yuri se retiró lesionado
La nota negativa del encuentro fue la lesión de Yuri, que puede complicar un poco más las cosas a Rafa Sáez ante la falta de efectivos en funciones ofensivas. El extremo izquierdo granate salió al terreno de juego a los 69 minutos y seis después tuvo que retirarse del campo con un tirón en el abductor de su pierna derecha.
«Pedí el cambio por precaución, pero la verdad es que ahora tengo bastante dolor», comentó el futbolista brasileño a la conclusión del encuentro con el Club Deportivo Lugo.