Vila de Cruces tuvo que reponer producto en la Feira do Chourizo

La Voz

VILA DE CRUCES

18 feb 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Vila de Cruces agotó ayer todos los chorizos asados que fue poniendo a disposición de los visitantes de esta cita gastronómica anual de febrero, la Feira do Chourizo. La organización anunciara unas tres mil unidades pero tuvo que reponer material en un par de ocasiones. Finalmente, desistió de seguir asando piezas porque muchos ya estaban (por la repetición), a punto de ahorrarse ir a comer.

El día resultó soleado, propio para una fiesta gastronómica, y al haber sido fijada la fiesta en domingo la afluencia de público se notó superior a la de otros años, cubriendo la plaza (sin toldo) y dando un movimiento a la capital municipal muy activo, por la gente que deambulaba entre puestos de productos de época, los locales de hostelería y el propio área de degustación de chorizos y filloas a pedra. Los escolares despacharon las tazas (único producto que tenía coste) para el vino da Ulla.

La estrella de la fiesta fue la parrilla hecha con unos dos mil kilos de hierro que aportó el regidor local, Jesús Otero, y permitió despachar chorizos a gran velocidad al rendir casi tres veces más que la asadora tradicional que ya cumplió tres lustros y sigue activa. La parrilla gigante fue observada, analizada y hasta fotografiada por algunos con en todo detalle, como para posibles reproducciones.

Cruces celebra feria el 4 y el 17 de cada mes. La Feira do Chourizo es tradicionalmente el 4. El cambio al 17 fue por ser festivo. El propio edil organizador de la feria, Andrés Lareu, tenía dudas de cambio previamente. Ayer estaba satisfecho y reconocía el acierto del cambio. También, el despiste para algunos. Varios portugueses llegaron el pasado día 4 y, claro, no había chorizos.

La ligazón de la fiesta a la industria local del chorizo está en el punto de mira municipal.