Arqueólogos hacen un lavado de cara de los petroglifos de Mogor

PONTEVEDRA

07 dic 2007 . Actualizado a las 02:00 h.

Varios arqueólogos de la empresa BIC Materiales y Conservación, supervisados por la Consellería de Cultura, están llevando a cabo un delicado trabajo de limpieza de los petroglifos de Mogor. El operativo, según explicó el técnico de conservación Gonzalo Buceta, consiste en una «limpieza selectiva», que permita un adecentamiento de los grabados rupestres sin alterar su estado. Esta actuación se enmarca en el proyecto más amplio, impulsado desde el departamento autonómico. Cuando esté acabado supondrá una mejora sustancial del aspecto de la ladera de Mogor, además de facilitar a los visitantes la observación de los grabados prehistóricos.

Gonzalo Buceta señaló que el trabajo de limpieza de los petroglifos es una tarea compleja que implica la eliminación de los líquenes foliáceos, que son los más agresivos al patrimonio cultural. El otro grupo de líquenes, los costrosos o crustáceos, permanecerán en las piedras, porque suponen una protección natural a los grabados. Esta segunda categoría de líquenes no se retirará porque al estar en contacto directo con la lámina exterior de los petroglifos impiden que otras especies vegetales más agresivas los ataquen o deterioren.

Control de líquenes

Los arqueólogos emplean en Mogor cepillos normales, sin sustancias abrasivas, y también retiran hierbas, raíces, tierra y piedrecillas que se acumulen encima o en el entorno inmediato de las grandes laxes con insculturas. Buceta explicó: «La limpieza que hacemos es muy selectiva. Echamos algunos productos para matar algunos musgos y algas y no vamos a quitar todos los líquenes. La piedra no va a quedar rechamante, para tampoco dañar la pátina».

Se trata, de esta forma, de un trabajo únicamente de conservación, que complementa un operativo realizado hace cinco años. En aquella ocasión, se retiraron dos capas de pintura que vándalos habían derramado sobre la piedra del Laberinto, el petroglifo más famoso de Galicia. En esta nueva revisión de los grabados prehistóricos de Mogor, los especialistas han encontrado pequeños restos de pintura, que también han sido suprimidos.

Buceta manifestó que los petroglifos de este enclave se encuentran en un buen estado de conservación, ya que pese a encontrarse al lado del mar, no se ha detectado apenas la presencia de sales en la roca, lo que es una buena señal sobre su preservación en el futuro. Además, para evitar el resquebrajamiento de las laxes, en aquellos puntos donde se han detectado fisuras en la piedra, se les ha inyectado una lechada de cal para sellar la fractura y evitar que se puedan agrandar o causar mayores daños.

Los arqueólogos ya han limpiado y adecentado las piedras del Laberinto y de O Campiño y están bastante avanzados en el lavado de cara de la Laxe dos Mouros, la piedra con grabados prehistóricos más grande de las existentes en Mogor.

La intervención de Patrimonio en este yacimiento se completará con la reorganización de los senderos adoquinados, que en la actualidad presentan un aspecto deplorable. También está previsto que se demuela una especie de anfiteatro circular de cemento a la entrada del complejo rupestre y que no tiene ninguna utilidad, salvo afear la ladera en la que se asientan los petroglifos. Cultura, asimismo, pondrá una nueva señalización y es esperable que, por primera vez, se coloquen paneles explicativos.

Otros yacimientos

Por otra parte, está previsto que la Consellería de Cultura también actúe en los próximos meses en otros conjuntos prehistóricos que existen en el rural de Marín, principalmente en la parroquia de San Xulián, como en los petroglifos de Champás, situados cerca de la carretera de acceso al lago de Castiñeiras. Estos yacimientos están declarados bien de interés cultural por la Xunta.