Un Ourense timorato quiebra su racha positiva en Bouzas

Luis Manuel Rodríguez González
LUIS M. RODRÍGUEZ VIGO / LA VOZ

OURENSE

14 nov 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Cinco jornadas tardó en perder un Ourense que se mostró más romo que nunca en su visita al Rápido de Bouzas, que le asestó dos mazazos definitivos al inicio de cada período.

El 4-1-4-1 planteado por Patxi Salinas fue contrarrestado por Juan Carlos Andrés con una óptima ocupación de los espacios y un entramado en el cual el pivote Iago Paz lideró las tareas defensivas junto a los dinámicos Diz y Chema. Mientras los rojillos parecían incapaces de sacar el balón con fluidez, eran los locales quienes llegaban con bastante soltura, si bien con imprecisiones en el último pase y no inquietaban a Pato, al que sí sorprendieron a balón parado.

Apenas rebasaba el cronómetro el primer cuarto de hora, cuando Chema dejó helado al portero uruguayo con un lanzamiento desde el flanco derecho, cuando todos pensaban que iba a centrar. El gol subrayó la tesis del Bouzas y dejó a su oponente tambaleando durante varios minutos, hasta que comenzó a mostrar algún signo de mejoría con balones en profundidad para Eder y Sanginés, que resolvió una atenta zaga y, en última instancia, un rápido Lloves.

Con todo, el Ourense seguía a merced de unos anfitriones que tuvieron la sentencia en las botas de Nacho Franco, quien recibió una dejada perfecta de Jaco, pero estrelló su chut a placer en la madera de la portería rival.

Con más pena que gloria para los visitantes, corrió el tiempo hasta un intermedio en el que Patxi Salinas reformuló su propuesta. Borja Domínguez y Sanginés se quedaron en la caseta, para que Adrián Quintairos y Amilton ingresaran en el terreno de juego.

Segundo golpe

El dibujo de los ourensanistas se convirtió en un 4-3-3 y parecía más ambicioso desde el inicio, pero no tardó en llegar la puntilla de Diz, que pisó área en una grieta defensiva de sus marcadores y fusiló a Pato con un latigazo cruzado.

Fue otro nuevo batacazo a un equipo que no tenía su día. La opción de acceder al liderato se convirtió en un sueño inalcanzable, a la vez que se complicaba la pretendida remontada. Aún así, llegó el primer peligro serio para un Lloves que sacó con elasticidad el ágil testarazo de Campillo, a la salida de un córner.

La presencia de los rojillos en el área local era más inquietante, pero tampoco Quintairos pudo resolver poco después una carrera en la que se quedó sin ángulo, antes de forzar otro lanzamiento de esquina.

Los vigueses administraron su ventaja y los forasteros se lanzaron a tumba abierta, pero con escaso crédito balompédico para descomponer el orden establecido en la contienda. Josu, en un disparo que se le marchó alto, Amilton, haciendo trabajar a Lloves o Claudio en un envío que se le fue desviado, lo intentaron en la recta final de un encuentro plano y sin reacción de los ourensanos, que pasaron con la cabeza baja por el Pujales, a pesar de su empeño.

La sensación de que la escuadra de Patxi Salinas puede hacer mucho más planeó en el ambiente del Pujales, pero lo cierto es que el Rápido de Bouzas fue un justo vencedor, sobre todo, porque esta vez los ourensanistas no fueron ese equipo eficaz en ambas áreas y tampoco tuvieron brújula en su juego combinativo.

Goles: 1-0, min 16: Chema; 2-0, min 48: Diz.

Árbitro: Botana Rey, del comité de Santiago. Mostró tarjeta amarilla por parte local a Marcos, Cotilla, Iago Paz y Nacho Franco, así como a los visitantes a Álex, Claudio y a Eder.

Incidencias: Estadio Baltasar Pujales. 200 espectadores.

Lloves, Marcos, Bruno, Portas, Cotilla, Iago Paz, Chema (Óscar Lago, min 66), Diz, Tubo, Jaco (Agujetas, min 89) y Nacho Franco (Edgar, min 82).

Pato, Josu, Campillo, Adrián Padrón, Álex (Claudio, min 71), Yebra, Mouriño, Borja (Amilton, min 46), Sanginés (Adrián Quintairos, min 46), Jaime Noguerol y Eder.