Pruebas e incógnitas de un crimen muy difícil de investigar

ourense / la voz

MACEDA

Aclarar policialmente los homicidios de Taboadela ha costado más de dos años

02 nov 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

José Miguel Martínez Campos está en prisión desde el pasado 15 de octubre. Se le acusa de haber acabado con la vida de sus padres. El crimen ocurrió el 25 de abril del 2009 en la pequeña aldea de Amendo, Taboadela. Los fallecidos, José Martínez y Teresa Campos, de 65 y 63 años, eran dos jubilados sin enemigos conocidos que murieron a causa de varios disparos de un arma que nunca ha aparecido.

Ese es uno de los misterios que todavía rodean al caso. Aunque los investigadores tienen la certeza de que el hijo de las víctimas fue el autor de las muertes, él nunca ha confesado los hechos, por lo que han sido necesarias muchas investigaciones para conseguir su arresto. De hecho, ya fue sometido a prisión preventiva durante unos meses, hasta que la Audiencia lo excarceló en mayo del 2010 por falta de pruebas incriminatorias. Entonces los investigadores habían descubierto que Martínez Campos había convencido a una amiga para que le diese una coartada falsa para la tarde del crimen.

Ahora, la historia se repite y el sospechoso vuelve a estar en la cárcel. Es así después de que las pruebas realizadas en Madrid aclarasen que los restos encontrados en el pantalón de José Miguel eran de pólvora y podían corresponderse con las halladas en los fallecidos. Además, un lingüista ha determinado que una carta anónima hallada en el pantalón del fallecido había sido escrita por el sospechoso.

«No tengo nada que ver»

Pero José Miguel sigue asegurando que es inocente. En su última declaración aseguró que la tarde de los hechos estuvo en unas minas de Wolframio y después en Maceda. Niega haber estado en Amendo y alega que los restos de pólvora de sus ropas pudo habérselos trasladado su hermana, que sí estuvo en el lugar de los hechos. También dice que solo ha usado armas cuando fue a la mili. «Por más que busquen, yo no tengo nada que ver con esto», aseguró ante el juez justo antes de ingresar en prisión.