Linteo publica una colección de poemas de autores muertos en la Gran Guerra

ourense / la voz

OURENSE

22 may 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

La editorial ourensana Linteo ha incorporado un nuevo volumen a la colección Linteo Poesía, que dirige Antonio Colinas. Se trata de la obra Tengo una cita con la muerte, edición que corre a cargo de Borja Aguiló y Ben Clark y que recoge la obra de veintiún poetas que escribieron sus textos en el frente de batalla y, en muchos de los casos, horas antes de morir en alguna de las batallas o los enfrentamientos de la Primera Guerra Mundial, la conocida como la Gran Guerra que se libró en Europa entre 1914 y 1918. La publicación que ahora edita Linteo, que toma el título de un poema de Alan Seeger, tiene su origen en una gran antología de textos mucho más extensa que se editó por vez primera en el Reino Unido en 1964 bajo la dirección de Brian Gardner.

Para seleccionar a los autores que forman parte de la publicación, según se indica en el texto introductorio, se siguió un criterio muy sencillo: «Todos los poetas que aparecen en Tengo una cita con la muerte combatieron y murieron en la Gran Guerra, ya fuera en las trincheras o en el hospital». Los poemas están marcados por la tragedia que se avecina y en muchos casos se comprueba como, con escasos días de diferencia, los autores pasan de los versos heroicos a la expresión trágica o al reproche hacia el Gobierno que les encauzó a la contienda. La cita más encarnizada de la Gran Guerra fue la batalla del Somme, donde solo en el primer día, el 1 de julio de 1916, los británicos sufrieron 57.740 bajas y ésta marcó irremediablemente la obra de los poetas referenciados, de hecho alguno de los seleccionados murió en dichamasacre.

Carreras truncadas

Los autores son mayoritariamente ingleses, aunque también figuran dos irlandeses, un canadiense y un americano. Como señalan Borja Aguiló y Ben Clark en su estudio introductoria, algunos de los autores seleccionados contaban con escasa obra antes de morir dada su temprana edad, otros ya tenían alguna obra publicada e incluso de alguno, caso de Charles Sorley, que murió con apenas 20 años en la batalla de Loos, se había dicho que «hubiera sido el mayor dramaturgo desde Shakespeare. Nunca lo sabremos».

El desastre de la Gran Guerra marcó a muchos autores británicos, algunos como Kipling (autor de El libro de la selva) mostró en sus versos el dolor y el reproche tras la muerte de su único hijo, con apenas 18 años.