Un vecino de Trives ha denunciado ante la Guardia Civil los daños que personas por el momento no identificadas provocaron en dos coches de su propiedad, que se encontraban estacionados en una finca que también le pertenece.
Según manifestó el particular, en la madrugada del 1 de febrero se despertó con el ruido de una explosión. Al asomarse a la ventana para ver lo que ocurría observó que sus dos turismos, un Mitsubishi y un Mercedes, estaban en llamas. Pese a que avisó de inmediato a los bomberos, poco se pudo hacer por salvar el Mitsubishi, que quedó totalmente destrozado. Según su dueño, que trabaja como guarda de campo, se trata del coche que utiliza para trabajar y en su interior había dejado 500 euros, además de cámaras de fotos y de vídeo. Todo ello, sumado a los daños en los vehículos, le habría supuesto unos daños de 33.000 euros.
Los agentes de la Guardia Civil han abierto una investigación encaminada a descubrir a los autores del sabotaje. Se han analizado los restos de los turismos al objeto de hallar pruebas que puedan facilitar la búsqueda de sospechosos.