Más de veinticinco puentes cruzan el cauce del río Miño y el último de ellos fue inaugurado ayer por el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo. El que une los concellos de Castrelo de Miño y de Ribadavia. Tres kilómetros y medio de longitud y casi 4 millones de euros de inversión para mejorar la seguridad vial entre Castrelo de Miño y Ribadavia y las comunicaciones de la comarca con el resto de Galicia.
Numerosos vecinos de los dos municipios implicados, todos los alcaldes de O Ribeiro, excepto el de Avión, y autoridades provinciales recorrieron con el presidente de la Xunta y el conselleiro de Medio Ambiente la nueva infraestructura que simboliza para Feijoo el espíritu del pueblo gallego: «A actitude de facer fronte ás adversidades con audacia, con cooperación, de non darnos nunca por vencidos e de atopar o camiño máis acaído para superar as dificultades», señaló.
Su presencia en la comarca de O Ribeiro sirvió además para que pusiera de manifiesto el esfuerzo que hace el Gobierno Gallego en los presupuestos del 2011 con la provincia de Ourense, en la que se invertirá un 70% más per capita que en las provincias de franja atlántica. Y eso a pesar, dijo, de que se trata de los presupuestos «máis cativos dende o 2005, porque hai que pagar o que se debe e non gastar o que non se tén».
El presidente de la Xunta defendió además que todas las obras autonómicas están motivadas en la búsqueda del «ben común e o espírito de superación nos momentos de dificultades» y resaltó la inversión de 300 millones de euros que supondrá para Ourense el concurso eólico que se acaba de resolver, cifra a la que habrá que añadir, precisó, la puesta en marcha de planes industriales asociados.
Núñez Feijoo aludió además a la reciente culminación do Eixo do Ribeiro y de la autovía Santiago-Ourense a la que, confía, se unirá en el 2012 la que une la frontera portuguesa con Celanova y la capital ourensana.