Jabalí o agricultor

OURENSE

15 sep 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

A l que nace para martillo, del cielo le caen los clavos. Y el que por Divina Providencia (o fatal destino), tiene su vida atada al campo ourensano y su sustento pendiente de lo que la tierra incuba, tarde o temprano dejará de mirar hacia abajo y volverá su vista al cielo. No para pedir agua o sol, sino para rogar clemencia y un final lo más dulce y rápido posible. No le queda otra a la mayoría de los agricultores ourensanos, condenados a una economía productiva de subsistencia tan frágil que cualquier incidencia desequilibrante es la condena a la miseria. Dejando al margen temporales y tormentas perfectas, o sequías pertinaces -que se decía antes- el agricultor de esta provincia lidia cada año con un problema de cuatro patas y dos colmillos. Hablamos del jabalí y lo de los colmillos no es una figura retórica. Quizá a muchos políticos y a algunos ecologistas de salón les convendría saber que mucho peor que lo que se comen y pisan, es el levantamiento de la tierra que hacen estos animales y que se cargan el sustrato sobre el que deberán asentarse los cultivos o en el que está la semilla de la hierba que apacentará las dos o tres vacas de la familia.

Por ponerlo gráfico: se paga hasta un máximo (repito, hasta y máximo) de 1.500 euros por agricultor y año en concepto de daños. Podría pensarse que es una cantidad aceptable, pero solo la cuota por el Régimen Especial Agrario de la Seguridad Social supera lo 2.500 euros al año, y el encantador animalillo se ha podido cargar en un par de noches tontas, no solo la huerta de la familia o la mitad de las uvas de las viñas, sino el prado y la plantación de maíz. ¿Saben que comprar y traer en camión alpacas de hierba de Castilla (la más barata) para alimentar al ganado cuesta otros 2.500 euros mínimo? Súmenle otro tanto de cereal y tendremos el coste final de la desfeita y un año de penurias. Lo increíble es que se suceden los gobiernos autonómicos sin que se encuentre una solución para no tener que elegir entre jabalí o agricultor.