«A día de hoy es imposible que se instale El Corte Inglés en Ourense». De esta forma tan contundente se expresa Francisco Castro, representante de la inmobiliaria Flager, empresa que promueve el conjunto residencial de Mariñamansa y en cuyo suelo se ha reservado un importante espacio para la gran superficie comercial.
¿Cuáles son las razones que llevan al dirigente de la compañía a expresarse de ese modo? Todavía hay pleitos judiciales abiertos que no solo aplazan por tiempo indefinido la construcción del centro comercial, sino que imposibilitan que se pueda comenzar a trabajar en la finca, urbanizarla y en el futuro construir el millar de viviendas proyectadas.
Si la dura crisis económica que afecta al sector inmobiliario no fuese ya de por sí un problema de entidad, otros se han ido sumando en los últimos meses. En la actualidad está presentado un pleito por parte de tres propietarios de la zona, antiguos reversionistas, que pretenden hacer valer sus derechos. Francisco Castro reconoce que cualquier actuación en estos momentos en la antigua propiedad de la Diputación «esá bloqueada».
Y es que los que han presentado la demanda no se han conformado con acudir a la justicia sino que, de paso, han hecho un anotación registral «que bloquea la titularidad de los terrenos», según reconoce el representante de Flager. Ante este hecho, la inmobiliaria ha presentado un recurso sobre esas medidas cautelares con el fin de que se levante esa anotación registral y poder comenzar a desarrollar, cuando menos, el proyecto de urbanización para que el ya tienen el permiso municipal correspondiente.
Flager no maneja fechas sobre la resolución de este nuevo conflicto judicial dada la habitual tardanza de los juzgados en resolver los asuntos pendientes.
Para conocer si el recurso para desbloquear la parcela se atiende «habrá que esperar como mínimo hasta el verano», según Castro, pero también los plazos se dilatarían mucho más, «incluso unos cinco años» hasta que hubiese una sentencia firme que determinase si los reversionistas tienen o no razón.
De nada vale por lo tanto que, en estos momentos, Flager asegure disponer del 57% de los terrenos y los litigantes solo tengan el 16% «porque todos los terrenos están en estos momentos bloqueados».
El contrato
Ante esta situación pensar que El Corte Inglés pueda instalarse en Ourense a corto o medio plazo es por lo tanto «imposible mientras no se resuelva la titularidad de los terrenos», según Castro.
La gran superficie comercial tiene en estos momentos suscrito un precontrato con Flager para construir un centro en Mariñamansa, pero los plazos han ido cayendo. A finales del 2009 vencía ese acuerdo y contemplaba su rescisión si finalmente no puede construir. «En estos momentos no está rescindido, lo estamos manteniendo, pero llegará un momento en el que nos será muy difícil mantenerlo pese a que ninguna de las partes quiere romperlo, pero los condicionantes son muy importantes», dice Francisco Castro.
Este problema se viene a sumar a los muchos que ha sufrido el proyecto residencial de Mariñamansa una vez que la Diputación decidió vender a Flager una gigantesca superficie. Pese a que en su momento la justicia dio por buena la operación, ahora los intereses que quieren defender parte de los propietarios anula de hecho cualquier intervención. Como reconoce Castro, «este nuevo conflicto puede durar años y así es imposible desarrollar nuestro proyecto».