No es de extrañar que, salvo contados y cortos períodos, la derecha nunca se haya bajado del poder provincial. La izquierda en la oposición brilla por su ausencia. Véase sino su papel en el momento crucial que vive el PP este mes. Excepto la diputada María Quintas (¡qué hace honor a su trayectoria de izquierdas!) nadie dice nada del uso de fondos e instalaciones públicas en beneficio privado. María Quintas apuntó en una reciente comparecencia (con escaso eco en los medios) que Feijoo permite «a utilización de fondos da consellería para fortalecer o traballo do delegado da Xunta en Ourense como comisario político no congreso do seu partido». Y añadía: «Da outra banda, temos á familia Baltar, que non dubida en empregar a Deputación de Ourense para perpetuar o seu poder e gloria no devandito congreso». ¡Y esto lo tiene que decir una diputada en Santiago! ¿Qué hacen los ocho diputados del PSOE en la Diputación? ¿Qué oposición presentan Alfredo García, Áurea Soto, Carlos Montes, Eladio Fernández y demás? ¡Con lo fácil que lo tendrían pidiendo el listado de las llamadas telefónicas realizadas los días 25 de diciembre y 1 de enero desde la institución provincial! ¿Y los del BNG? ¡Desaparecidos en combate! Con esta oposición gobernar es un chollo para Feijoo, Baltar y Rogelio Martínez.