Un estudio realizado en mayo de este año en 64 ciudades españolas por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha colocado a la capital ourensana entre las que cuentan con el agua de distribución más contaminada. Ourense sale mal parada en lo referente a las trihalometanos y a los plaguicidas. Según la OCU, únicamente la capital ourensana sobrepasa el límite legal vigente desde 2006 en presencia de trihalometanos y se sitúa junto a la localidad de La Bisbal (Gerona) en el límite plaguicidas permitidos. De las cuatro provincias gallegas, la ourensana es la única que aparece en la lista de agua contaminada y aunque los contaminantes en el agua del grifo ha disminuido respecto al anterior estudio de 2006 en el resto de las capitales españolas, Ourense sigue apareciendo en la lista negra. Varias pueden ser las razones por las cuales el agua de Ourense cuenta con este tipo de componentes. En el caso de los trihalometanos su aparición puede ser debida a un alto uso de cloro para la desinfección del agua, o por vertidos de aguas mal depuradas. El calor, el tiempo de contacto y las sales en el agua también pueden ayudar a su formación. El límite legal permitido en este agente contaminante es de 100 microgramos el litro para la suma de cuatro de estas sustancias. Junto a Ourense, Barcelona, Huelva y Molina de segura aparecen entre los contaminados. Por lo que se refiere a los plaguicidas, desde la OCU se apunta que su aparición puede ser debida a un vertido o al filtrado de agua a los cauces. En este sentido la normativa establece un máximo en la suma de concentraciones en 0,5 microgramos el litro y un máximo individual para cada sustancia de 0,10 microgramos el litro.
El resto de los componentes analizados en el estudio son positivos en el agua de Ourense. Son los referidos a los nitratos, los volátiles (compuestos orgánicos que se evaporan a temperatura ambiente) y los hidrocarburos aromáticos policíclicos que se generan en procesos de combustión incompleta. Los datos de la capital resultan más negativos si se tiene en cuenta que es la única de las ciudades españolas que aparece con límites tan importantes de contaminantes, ya que en su mayoría el estudio revela que los contaminantes en el agua del grifo han disminuido desde el 2006.