La mayoritaria presencia de gente joven en el concierto de ayer de Los Suaves auguran una larga vida a sus clásicos
20 jun 2009 . Actualizado a las 02:00 h.«Los Suaves somos todos» fue y es el eslogan con el que la formación de los hermanos Domínguez perdura en el tiempo. Una trayectoria que empezó a finales de los años setenta y que ahora, en el 2009, goza de una salud inmejorable, tal y que como se comprobó en la primera jornada del Festival Alternativo da Xuventude (FAX). Un día en el que fueron escudados por diferentes bandas que de forma gustosa les ofrecieron un merecido homenaje.
El escenario perpetrado para esta segunda edición del FAX, reunía una características técnicas de primera línea, así como el sonido, importado desde Barcelona y que ya en las pruebas de sonido demostró su rotundidad en número de vatios. La sucesión de conciertos terminó con la aparición estelar de Los Suaves, que antes de su aparición ya eran protagonistas en las camisetas y banderas que sus incondicionales portaron todo el día por la capital.
El complejo en el que se celebró el directo, el campus universitario, se consolida por segundo año consecutivo como un entorno perfecto para la definitiva consolidación del evento musical. Una zona verde ubicada a 10 minutos del centro que fue debidamente acotada por el equipo de seguridad.