Política Territorial agiliza la obra de la AG-53 para inaugurarla este mes

La Voz

OURENSE

05 feb 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

La hiperactividad de los políticos es el mejor indicador del cuadro febril que anuncia elecciones a la vista. Y en el caso de algún departamento como el de Política Territorial, Obras Públicas e Transporte, la situación se eleva exponencialmente debido a las responsabilidades y los proyectos que dependen de dicha Consellería. En el caso de la provincia de Ourense la intervención estrella de Política Territorial es el último tramo de la AG-53, la autovía entre la ciudad y Santiago de Compostela, y si en las pasadas elecciones generales los socialistas, con Touriño y Caride a la cabeza, se hartaron de venderle a los electores aquella nueva modalidad de carretera creada por el poder gallego -la «autovía libre de peaje»- ahora la meta es inaugurar la obra que dará por finalizado el proyecto de conexión entre la capital de Galicia y Ourense a través de una vía rápida.

Actividad a destajo

Inaugurarla o proceder a su «apertura al tráfico», con un matiz menos electoralista por aquello de que el Ejecutivo gallego se comprometió a no inaugurar en campaña, es el objetivo y no se escatima en esfuerzos. La conselleira María José Caride aludía recientemente a una posible remate de las obras a finales de febrero y en el trazado final de la AG-53 se está trabajando a destajo para hacer posible esta previsión. El pasado fin de semana la actividad en la zona de Santa Cruz y Feá (Toén) fue intensa: con maquinaria y operarios trabajando, personal de la constructora señalizando el paso en la N-120 en Santa Cruz de Arrabaldo y ajetreo de vehículos y luces en todo el tramo entre Toén y Maside hasta bien entrada la noche.

Con total impunidad

Desde las centrales sindicales se coincide en denunciar una situación que no es nueva. Según Etelvino Blanco (CIG) «vimos denunciando dende hai tempo que se fan turnos de 10, 12 e ata 14 horas, por riba estamos comprobando, esta fin de semana como ten pasado noutras, que se traballa cando o sábado é un día de descanso segundo consta no convenio da Construcción. Estamos fartos de denuncialo e non se fai nada».

De la misma opinión son en la federación de Construcción de CC.OO. donde su responsable, Antonio Jácome, señala que «por desgracia non estamos a falar de nada novo. Nós estamos en contra das horas extras das que se está a abusar nestas obras, tanto na da autovía como nas do AVE, e das xornadas incontroladas de traballo que se fan, con quendas de 11 e 12 horas. O que pasa é que aos políticos de turno, sexa do partido que sexa, só lles interesa o rendemento electoral, non crear emprego de calidade -en lugar de pagar horas extras podían contratar máis traballadores, con menos risco laboral- ou favorecer a incorporación de novos traballadores con prexubilacións aos 60 anos, cousa que se propuxo no anterior convenio e non se aceptou».

La tiranía de los plazos

Desde UGT tanto su secretario provincial, Fernández Celis, como el responsable del sector de Construcción, Javier Carreiro, coinciden en señalar que «hai unha utilización interesada destas grandes obras por parte do poder político, cando o debate non é ese. Nestes grande proxectos é máis importante a calidade e a cantidade de emprego a crear que o cumprir determinados prazos, pero aos políticos ese debate non lle interesa».