Las obras de mejora de la calle Bedoya complicaron ayer la existencia a vecinos y negocios comerciales de la zona. Al frente del grupo de perjudicados estaban los inquilinos del número 6, que hace esquina entre las calles Bedoya y Valle Inclán. Los trabajos en la renovación del abastecimiento causó que varios bajos de este edificio se inundarán de aguas fecales.
La avería se registró en la noche del sábado y a última hora de la tarde de ayer todavía seguía vertiendo agua a uno de los bajos, donde se sitúa la sala de la caldera del edificio y el almacén del Bar Sil. A la lista de daños colaterales del estropicio causado por las obras de mejora de la calle Bedoya hay que sumar que el bloque de edificios perjudicado se quedó sin suministro eléctrico en la madrugada del domingo.
La normalidad no se recuperó hasta después de las once de la mañana. Al margen de los daños materiales causados por el vertido de agua, que afectó a los bajos situados en el céntrico edificio, se encuentran los económicos, ya que la Discoteca 3A se vio afectada durante el fin de semana por la inundación del local, mientras que en la jornada de ayer la cafetería El-Kafé tuvo que permanecer cerrada durante cinco horas al quedarse sin luz por una avería del cuadro eléctrico, que se vio afectado por la inundación de uno de los bajos. «El problema es que no nos dan soluciones. Menudo lío de día. Si cuando se produjo la avería no llegan a estar atentos los vecinos y los Bomberos los daños hubiesen sido mayores», explicó Johny Prado, de El-Kafé. La jornada tampoco fue sencilla para el resto de vecinos, comerciantes y viandantes de la calle Bedoya.
Los dueños de negocios se quejaron ayer de los malos olores causados por la avería en la red de saneamiento y que, aseguran, espanta a los clientes: «Los primeros días fueron muy malos para todos los negocios. Ahora que la gente se estaba acostumbrado pasa esto».
Adiós a los árboles
Dejando a un lado los problemas con el alcantarillado las obras de mejora de la calle Bedoya siguen su curso. Ayer, los vecinos se mostraron sorprendidos ante la decisión de la concejalía nacionalista de Infraestructuras, ejecutada por la empresa OCA, de arrancar los árboles que estaban en las aceras de los dos primeros tramos de la calle, entre los cruces de Santo Domingo y Valle Inclán.