«No hubiera llegado al CERN sin mis profesores ourensanos»

OURENSE

Entre los científicos que trabajan en acelerador europeo de partículas está Teresa Fonseca. Tras su paso por prestigiosas universidades, no se olvida de sus raíces

05 oct 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Entre los 2.500 científicos que participan en el proyecto del acelerador de partículas del CERN (Organización Europea para la Investigación Nuclear) hay una ourensana, Teresa Fonseca Martín. Con 32 años, trabaja en Ginebra (Suiza) muy cerca del famoso acelerador, en el proyecto Atlas, que busca los componentes fundamentales de la materia. A pesar de haber hecho su doctorado en Estados Unidos, ganar numerosas becas y trabajar también para una universidad inglesa, no olvida sus orígenes y su mayor agradecimiento es para sus profesores de primaria y secundaria en colegios e institutos ourensanos.

-Sería muy buena estudiante para llegar hasta ahí, ¿no es cierto?

-Sí, la verdad es que era buena estudiante, sí.

-¿Fue la física una vocación infantil?

-No, decidí que quería hacer física poco antes de irme a la universidad, en los últimos meses, pero sí me gustaba de siempre la física. Nunca se me había ocurrido que podría trabajar en una historia como esta. Nunca fui una persona que tuviera claro lo que quería hacer en la vida.

-¿Le ayudó su época de estudiante en Ourense?

-Estudié en el Curros Enríquez y en el instituto Eduardo Blanco Amor, y me gustaría hacerles un poco de homenaje porque tuve muy buenos profesores. No hubiera llegado hasta el CERN sin mis profesores ourensanos. Me gusta defender mis raíces ourensanas, pero también la educación pública. Fui al cole y al instituto que me tocaban y tuve unos profesores de lujo.

-A pesar de ello, imagino que una persona con su formación se acostumbra a pensar que tiene que salir de Ourense para conseguir sus objetivos profesionales.

-Sí, pero quizás las cosas cambien. Los tiempos se van modernizando y Ourense yo espero que se vaya haciendo cada día más moderna y que deje las estructuras antiguas en las que la ciencia y la cultura tenían menos cabida y que cada vez haya más espacio para estas cosas. Hoy con las posibilidades que hay de viajar y de Internet se podrían hacer muchas cosas desde Ourense. Lo que tiene que cambiar es la sociedad para ser más moderna y más abierta.

-¿En qué consiste exactamente su trabajo?

-Trabajo en el experimento Atlas, que es parte del LHC [siglas de colisionador de partículas]. Aquí lo que se hace es investigación básica y lo que se trata es de buscar los componentes más fundamentales de la materia, las partículas más chiquitas, y las interacciones que tienen entre ellas. Es lo mismo que cuando nosotros estudiábamos lo de que toda la materia está formada por átomos y que en el átomos se distinguen el núcleo y los electrones y dentro del núcleo, protones y neutrones. Pues realmente ahora se sabe que dentro de los protones y neutrones hay otras partículas más pequeñitas que se llaman quarts. Parece que es lo más pequeño, pero puede que no. Nosotros tratamos de entender los componentes fundamentales de la materia que nos rodea. Además, estas partículas se relacionan con lo que es el universo. Las condiciones que tenemos aquí en el CERN reproducen en algunos casos los primeros segundos del universo y nos ayudan a entender lo que pasó en el Big Bang, el origen del universo y la cosmología.

-¿Cree que su trabajo es tan abstracto en apariencia que no se valora lo suficiente?

-No creo. Un fenómeno que yo veo y que es importante es que se está popularizando la ciencia. Cada vez se trata más de explicar al público que no es experto en ciencia qué es lo que se está haciendo y cómo. Esto lo veo muy positivo y creo que es nuestro deber porque esto se hace con dinero de nuestros impuestos. Es importante explicar a la gente en qué se está gastando el dinero y que es útil e importante para la humanidad. Yo, en general, cuando cuento lo que hago no he recibido una respuesta negativa. Normalmente se muestran curiosos e interesados.

-Sus jornadas laborales superan con mucho las ocho horas. ¿Le deja tiempo su dedicación para visitar Ourense?

-Sí, tengo una relación muy fuerte con Ourense. Tengo a mi padre y a mi madre allí y voy a verlos siempre que puedo, unas tres o cuatro veces al año. Con mis padres tengo un contacto muy estrecho y hablamos todos los días o por e-mail. Además, sigo teniendo muy buenos amigos en Ourense.

-¿Le gustaría volver en algún momento?

-A mi me gustaría volver a contribuir a lo que te comentaba antes, a hacer un Ourense más moderno y democrático. Creo que en Galicia se está yendo hacia eso y, sí, sí que me gustaría.

-Al menos en el CERN tiene la compañía de otros gallegos. ¿Hacen piña entre ustedes?

-Sí, un poquito se hace. Dos de mis mejores amigos son de Santiago, los hermanos Gallas Torreira por ejemplo, y tomo café en gallego y como en gallego. Son muy buenos amigos.