La vía de Zamora cumple hoy 50 años de servicio público

Jesús M. García

OURENSE CIUDAD

08 sep 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

A las 17.10 horas la estación Ourense-Empalme estaba a rebosar de gente. En una de sus vías se hallaba listo para salir el tren inaugural. El cardenal Quiroga impartía su bendición a aquel convoy que llegaba horas después a Santiago, exactamente a las 20.42 minutos. Todo esto sucedió un lunes, 8 de septiembre de 1958, hace hoy medio siglo. Quedaba así inaugurada por completo la línea de ferrocarril entre Zamora y A Coruña, poniendo en servicio el último tramo entre Ourense y Santiago. O Carballiño dejaba de ser estación terminal.

El tren estaba compuesto por una locomotora Alco 1801, un furgón, cuatro coches para autoridades e invitados, el coche salón del general Franco más otro coche restaurante. Se acababa, por fin, una obra que se prolongó demasiado tiempo. La construcción de esta línea está considerada como la obra de ingeniería más importante llevada a cabo en Galicia y en la España del momento en aquella primera mitad del siglo XX. Las obras comenzaron en el primer tercio de la centuria pero se fueron dilatando en el tiempo. Para aquellos primeros años del XX esta línea era puntera, la más moderna de España porque incorporaba la última tecnología ferroviaria del momento. Pero se inauguró a finales de los 50.

453 kilómetros

Entre Zamora y A Coruña hay 453 kilómetros de vía, 14 viaductos, algunos fueron hitos en su tiempo y 52 estaciones. Y 182 túneles que suman 74 kilómetros. «Fue el Ave de su tiempo», dice Paco Boluda, de Carrileiros Foula. Una vía sin pasos a nivel, con la línea de teléfono subterránea y con transformadores de electricidad propios de las estaciones.

En su construcción se emplearon 692.000 metros cúbicos de hormigón. Como reza la publicidad de la época, ese hormigón daría para hacer un cubo del tamaño del Palacio Real de Madrid. Se utilizaron 2.730.000 metros cúbicos de mampostería y sellería, material que daría para construir una piramde 20 metros más alta que la de Keops.

Para encajar la vía hubo que hacer desmontes removiendo 19.900.000 metros cúbicos de tierra, que daría para cubrir con ella la ciudad de Madrid con un espesor de 40 metros.

Para celebrar este 50 aniversario de una línea que languidece, las asociaciones de amigos del ferrocarril van a organizar varios actos a lo largo de los próximos meses, uno de ellos será montar una exposición lo más completa posible con 20 paneles que se instalará en Zamora, Puebla de Sanabria, Ourense, Lalín, Santiago y A Coruña. Está previsto organizar un viaje de época para recordar aquella inauguración. Y hoy hace también medio siglo que empezaba la desecación de la Lagoa de Antela.