El mal olor continúa en el agua de las zonas con tuberías de fibrocemento

OURENSE

08 feb 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

La geosmina, sustancia que provoca el mal olor y sabor del agua del abastecimiento, ha prácticamente desaparecido del embalse y del depósito de los que se surte la capital ourensana, pero sigue impregnada en la red de distribución más antigua. Así lo aseguraba ayer Juan Morón, jefe de Producción de Aquagest. Según explica el técnico, la sustancia permanece durante más tiempo en las tuberías de fibrocemento, las más antiguas pero también las más comunes de la ciudad.

El caudal del embalse de Cachamuíña ya se ha estabilizado y los responsables de Aquagest aseguran que la geosmina no puede volver a aparecer sino ocurre de nuevo un llenado tan rápido del embalse tras una larga sequía como ha pasado este invierno. De este modo, solo resta que la sustancia desaparezca de las tuberías de fibrocemento, algo que según Juan Morón ocurrirá «en cosa de días».

«Presuntamente potable»

Además de permitir que la geosmina permanezca durante más tiempo, el fibrocemento es un material que está ya prohibido para las nuevas conducciones de agua, según asegura un comunicado de prensa enviado ayer por Amigos da Terra. La asociación reclama la retirada inmediata de un producto que califican como «canceríxeno».

Ante esta situación, el anuncio de que la Xunta asumirá la renovación de la red de tuberías de la capital ha sido muy bien recibida por el colectivo ecologista. «Sorte que a Consellería de Medio Ambiente e o Concello de Ourense visten a mesma cor política», comentan en su comunicado.

A pesar de todo, desde Amigos da Terra reclaman al Concello de Ourense una solución rápida para el mal olor y sabor del agua que llega a las viviendas ourensanas. «A entidade ecoloxista non ten claro que a administración local vele pola saúde pública dos ourensáns xa que se están a presentar queixas pola cidadanía dende fai un mes polo cheiro e sabor que provoca a auga presuntamente potable de Ourense», dice su comunicado.

Desde Aquagest, sin embargo, insisten en que la geosmina es totalmente inofensiva. Luis Morón asegura que la potabilidad del agua ourensana está plenamente garantizada porque se realiza un análisis de control cada hora durante todo el día. Además del laboratorio propio de Aquagest, la empresa tiene otros subcontratados para realizar análisis comparativos. «Queremos transmitir tranquilidad a la ciudadanía porque si hubiera algún problema con el agua ya se habría ocasionado algún problema a la salud. El agua es potable. Solo tiene un olor comparable a tierra mojada o a moho», asegura el jefe de Producción de Aquagest.

Este año puede ser el último en que Ourense sufra malos olores provocados por la geosmina ya que un nuevo sistema de dosificación de carbón activo en planta funcionará durante las primeras semanas en que se recupere el embalse de Cachamuíña para el abastecimiento tras un largo período sin usarlo.