El doctor Gracia pretende donar a Ourense su colección de 60.000 insectos y 30.000 plantas

Jesús Manuel García

OURENSE

20 ene 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Son sesenta mil insectos catalogados; treinta mil pliegos con plantas secas, una biblioteca que ronda los seis mil ejemplares sobre estos temas y veinte mil diapositivas, entre otra documentación. Semejante riqueza recogida por todo el mundo es la gran colección del médico y naturalista ourensano Vicente Rodríguez Gracia. Todo un patrimonio que pretende donar a la provincia de Ourense. Así lo dijo ayer en su intervención en el I Foro de A Limia celebrado en Lobios.

Si no llegara a materializarse su deseo, Gracia dice que su colección se irá para Madrid. «Es un patrimonio muy especial porque lo hemos pasado muy bien recogiendo desde que éramos jóvenes los insectos y plantas. Llevamos cuarenta años en estas lides. Lo hemos ido recopilando y ahora lo queremos poner a disposición de la Universidad y de la Consellería de Medio Ambiente, con los cuales hemos tenido contactos para catalogar esto y ponerlo decentemente abierto al público. Que sea prácticamente el museo de ciencias naturales de Ourense ciudad y provincia», indica su propietario. La colección podría ubicarse en un centro universitario del campus o en el futuro centro de interpretación de parques naturales.

El doctor Gracia recopiló a lo largo de estos años todos esos insectos insectos «recogidos personalmente», insiste. Son especies de distintas partes del mundo a las que viajó. Tiene, pues, ejemplares de todos los continentes gracias a las expediciones organizadas por el Real Jardín Botánico de Madrid en las que él iba como médico y como naturalista.

Flora mediterránea

La colección se enriquece con un herbario de plantas secas de todo el planeta. «Es bastante importante sobre todo a nivel del área mediterránea, aunque también tiene plantas de otros continentes y sobre todo ejemplares ourensanos, gallegos e ibéricos, en ese orden. Estamos hablando de cerca de treinta mil pliegos».

A mayores dispone de una colección de libros especializados en estos campos, que suman alrededor de seis mil ejemplares. Por si fuese poco, hay además un fondo documental de diapositivas que están pidiendo su digitalización. Su propietario indica que se trata de unas veinte mil.

Todo esto está guardado en cajas en la casa de Vicente Rodríguez, en Ourense. «Me está produciendo graves problemas de conservación porque esta colección sufrió una inundación por agua que caía del piso superior, se salvó de milagro ya que entonces no era tan grande como ahora y estaba metida en armarios estancos. Sufrió una plaga de insectos, el que ataca al pan y a materiales secos», señaló. Ante esto hubo que meter cajas de material para desinsectar en un arcón frigorífico. «Cada diez o veinte cajas las íbamos trasladando a la Universidad y cuando todo estaba desinsectado, las volvíamos a traer a casa», explica Vicente.

A pesar del dinero empleado en formar esta riqueza y del esfuerzo, Rodríguez Gracia manifiesta que no considera que sea un patrimonio suyo: Debe quedar en Ourense, esa es una de mis condiciones, a disposición de los investigadores. Hay mucho material inédito en el que estamos trabajando mis colaboradores y yo y espero que no se mueva de Ourense», expuso.

Si sucediese lo contrario, Vicente Rodríguez dice que los pliegos con las plantas secas irían al herbario del Real Jardín Botánico de Madrid y los insectos, al Museo de Ciencias Naturales de la capital de España, donde se garantizaría su conservación. Gracia colabora con estas instituciones como asesor de la obra que sobre flora ibérica prepara el Consejo Superior de Investigaciones Científicas. «Exijo una garantía de ubicación y de conservación en Ourense».

Este profesional disertó en Lobios acerca de la flora y fauna de A Limia, donde se produjeron descubrimientos, por ejemplo, de mariposas o de libélulas. Alertó sobre ciertas plantas en peligro de desaparición y de las que dependen insectos. Forman micro biotopos.

En fauna del Xurés citó la víbora hocicuda, venenosa. «Solo atacan si son molestadas», dijo. Hay que tener precaución en en otoño, cuando este reptil se sube a los matorrales y arbustos y la picadura puede ser peor porque no es lo mismo que pique en una pierna que en el cuello.