El monasterio de Santa Cristina, en Parada do Sil, verá incoado su expediente para convertirse en bien de interés cultural. Es este un detalle que sorprende al haberse quedado el monumento descolgado de la lista de bienes de esa categoría a la que pertenecen los monasterios de la provincia. Cultura habla de laguna a solventar. Y también anuncia que se iniciará expediente al menos a veinte bodegas medievales de O Ribeiro, que dependían de instituciones monásticas y que son edificios dignos de conservar.
En el caso de Santa Cristina se da, además, la circunstancia de que no está claro a quién pertenece, quién es su dueño. Patrimonio trabaja en ello para aclarar a quién compete esa propiedad, condición necesaria antes de ejercitar cualquier actuación de importancia. El cenobio, situado en el Cañón do Sil, si bien fue restaurado hace años, no ofrece hoy las mejores condiciones. Las maderas de lo que queda del claustro no están bien y suponen peligro.
Apuntalar
El Concello tuvo que apuntalar la zona. También fue necesario asegurar la puerta que del claustro da acceso a la iglesia, porque los turistas la forzaban cuando la principal estaba cerrada. Delicadas están asimismo las maderas del interior del campanario, al que se puede subir libremente, con el consiguiente peligro. El alcalde dio que encargó una puerta en condiciones para impedir subir a la torre.
El delegado provincial de Cultura, Xosé Carlos Sierra, indicó que el expediente del monasterio de la Ribeira sacra se incoará en los próximos meses, después de de sobrado de Trives, cuyos trabajos están avanzados.
La iglesia data de finales del siglo XII. A finales del siglo X, dice la profesora Yolanda Barriocanal, autora del último estudio sobre el monumento, es cuando empieza a haber referencia a los abades.
Delante de este cenobio sigue habiendo carteles sobrantes y en mal estado y en el pórtico principal de la iglesia un cartel anuncia que la llave hay que pedirla en el Concello, situado unos cuatro kilómetros más arriba, lo que desanima a más de un visitante.
Delimitación
La preparación de los trámites para que Santa Cristina sea bien de interés cultural no supondrá mucho tiempo ya que al estar aislado, no hay que hacer una delimitación perimetral de protección que afecte a otras casas.
Los otros nuevos bienes de interés cultural con que se dotará a la provincia serán las granjas vinícolas de O Ribeiro y de otras zonas de la provincia. Eran espacios de producción de vino en la mayoría de los casos para los monasterios.
Disponen esas construcciones de una arquitectura singular y algunas presentan pórticos del siglo XVI. Son elementos desconocidos para la mayoría de los ciudadanos. «A memoria histórica xa a temos feita e agora falta a parte máis arquitectónica», declaró Sierra.
Entre esos centros antiguos de producción de vino están las bodegas de Partovia, Gomariz, al lado de una hermosa iglesia románica, o Paradela de Moldes, en Boborás, por citar algunos ejemplos. Las dos primeras son edificios románicos civiles, algo muy escaso en Galicia, su estado de conservación es aceptable y fueron granjas del Císter. Son estructuras rectangulares, de gran tamaño y se usaban fundamentalmente para la producción de vino.
La bodega de Paradela de Moldes, según el profesor Xosé Luis Sobrado, tiene elementos decorativos románicos y también se halla en buen estado de conservación. Son construcciones que forman parte de la cultura del vino que hay que tener en cuenta como piezas importantes del patrimonio construido por nuestros antepasados. El total de este tipo de edificios pendientes de protección son veinte.
Queda un amplio trabajo ya que hay que plasmar la delimitación de cada uno.