Destrozan dos sarcófagos en el atrio de la Igrexa Vella de Xinzo

Jesús Manuel García

OURENSE

04 sep 2007 . Actualizado a las 02:00 h.

Personas desconocidas destrozaron los dos sarcófagos de infantes que se encontraban adornando el atrio de la histórica iglesia de Santa Mariña de Xinzo. Fue el pasado fin de semana. Entraron en el recinto cercado por un murete de piedra y dos cancillas y con verdadero ensañamiento arrancaron los dos sepulcros de sus pedestales, volcándolos. Son dos pequeñas urnas de granito que posiblemente pertenecieran a los hijos de los condes de Gimonde, que se encuentran enterrados dentro del tempo. Un sarcófago fue volteado, quedando debajo la lauda que lo cerraba y el otro corrió la misma suerte aunque en este caso resultó más dañado al habérsele roto una buena parte. Allí estaba todo el material, en el ángulo que al norte hace la fachada lateral de la iglesia con la capilla y la sacristía.

A la una de la tarde de ayer llegaba la Guardia Civil y la Policía Local. Los primeros dieron aviso a la Policía Judicial para investigar los hechos. Los dos sarcófagos tienen pequeñas dimensiones y estaban vacíos desde hace décadas.

«Xa tiñan tirado coas tapas, removíanas para ver que había dentro. Non as levanta un home só porque pesan. Desde as obras das excavacións da igrexa a finais dos anos noventa puxéronse neste lugar, xa antes estaban noutra parte do adro. Queriamos por unha verxa pero non era estético. A ver se Patrimonio autoriza a poñer algo para resgardar o adro», dice Tomás Blanco, sacerdote.

Por las noches todo el atrio que recorre el templo está cerrado. Por tanto, los gamberros saltan ilegalmente el muro y, en aquel lugar desolado y reservado, hacen de las suyas. Había restos de botellas y de vidrio de vasos. La iglesia, que es bien inventariado, se ubica en la actual zona de copas. En su subsuelo guarda una nada despreciable información sobre el rico pasado local que, sólo la ignorancia y el atraso político impidió que quedasen a la vista sin afectar al culto de tan singular edificio.

«É un disgusto ver estas pezas de valor estético destrozadas. Xa fixeron previamente outras desfeitas como romper os carteis da alarma ou tirar vasos», lamenta el otro sacerdote, Jaime Pérez.

Uno de los arqueólogos que mejor conocen el significado histórico de Santa Mariña de Xinzo, Manuel Xusto, señala que lo ocurrido es «unha falta de respecto ó patrimonio de todos, á memoria histórica visible. Precisamos accións que poñan coto a estas actuacións pola vía punitiva ou pola vía da reeducación».

Otro profesional, Eduardo Breogán, insiste en la sensibilización social que es necesaria. «Eu que excavo en Xinzo vexo un desinterese xeral polo patrimonio. Todo se ve como atranco. Hai excepcións. E se os propios veciños se desinteresan pouco lles podes pedir», lamentó.