El poeta árabe se sitúa entre los autores con más opciones junto a Tranströmer y Murakami
19 dic 2013 . Actualizado a las 22:05 h.Mañana, jueves, alrededor de la una de la tarde, la Academia sueca sacará una vez más su conejo de la chistera. Asombrará (o tal vez no tanto) con el nombre elegido para el Premio Nobel de Literatura del 2011. Como el pasado otoño recayó en un clásico de la literatura internacional, el narrador hispano-peruano Mario Vargas Llosa, las estadísticas, las leyes no escritas y los gurús de Estocolmo sentencian que este año toca otro idioma, otro continente y otro género, aunque la norma no se cumple estrictamente, porque el español obtuvo no hace tanto dos Nobel consecutivos: el del gallego Camilo José Cela en 1989 y el del mexicano Octavio Paz doce meses más tarde.
El poeta sirio de 81 años Adonis (seudónimo de Ali Ahmad Said Esber) encaja como un guante en el retrato robot y así lo reflejan las apuestas tramitadas en las ventanillas (reales o cibernéticas) de la casa londinense Ladbrokes, donde se paga cuatro a uno que le concedan el Premio Nobel a la gran referencia de la lírica árabe contemporánea. La lista de autores que baraja esta firma reúne todos los nombres que cada mes de octubre se citan en los corrillos previos al Nobel. El poeta sueco Tomas Tranströmer ocupa el segundo lugar (al precio de siete libras por cada esterlina apostada) y el japonés Haruki Murakami el tercer puesto con serias aspiraciones (ocho a uno en la pizarra de Ladbrokes).
La cuarta plaza de este singular ránking es para el legendario Bob Dylan, por delante de compatriotas con mayor peso en la literatura norteamericana, como el huidizo Thomas Pynchon y el incombustible Philip Roth (ambos cotizan veinte a uno), Joyce Carol Oates, Cormac McCarthy y Don DeLillo. El portugués Lobo Antunes, otro clásico de los rumores del otoño sueco, también se cuela en las quinielas junto a firmas como el irlandés John Banville y los españoles Juan Marsé, Javier Marías o los hermanos Juan y Luis Goytisolo.
Cábalas al margen, Suecia y el autor galardonado tienen mañana la última palabra.