«El Festival de Ópera de A Coruña fue el primero que creyó en mí»

cristóbal maneiro A CORUÑA / LA VOZ

CULTURA

El Tenor Celso Albelo hace en Galicia una escala entre sus citas de Tokio y Londres

27 sep 2011 . Actualizado a las 11:54 h.

Acaba de llegar de Japón, donde el público lo ha adoptado ya como su último ídolo, para clausurar la 59.ª edición del Festival de Ópera de A Coruña antes de poner rumbo al Covent Garden, de Londres. Celso Albelo, el número uno actual de los tenores españoles, será Nemorino, el papel que consagró a Pavarotti, en dos únicas funciones de El elixir de amor, la comedia romántica de Donizetti que se podrá disfrutar el viernes y el domingo en el Palacio de la Ópera coruñés.

-«El elixir de amor», con su famosa aria «Una furtiva lágrima», ha sido el vehículo para el lucimiento de todos los grandes tenores, desde Caruso a Pavarotti. ¿Qué es lo que Celso Albelo le aporta ahora a este personaje?

-Intento resaltar las cualidades del personaje de Nemorino, su relación con los demás, dibujándolo con lo que considero más acertado para mis características vocales. Es un personaje sincero, lleno de pequeños matices, sin caer jamás en la bufonada ni pensar que es un tontorrón. Tras estudiarlo, podría definirlo como melancómico, y, de entre todos los roles, es este el que encierra toda la sinceridad en su manera de ser y sentir.

-El director del Covent Garden de Londres, Antonio Pappano, y el barítono Leo Nucci han dicho que usted es, hoy por hoy, el mejor tenor belcantista, ¿se lo cree?

-Decir «el mejor» resulta muy grande. Es cuestión de gustos. Yo he elegido un camino y una manera de hacer las cosas con la mayor honestidad posible intentando ser fiel a una tradición. Son palabras y opiniones de gente que sabe de esto, y que me animan a seguir.

-Desde su debut no ha dejado de cantar en A Coruña todos los años, ¿por qué?

-Fue el primer festival importante que me dio la oportunidad, creyeron en mí, se la jugaron, y esto es siempre de agradecer. Hemos creado unos lazos que ya no solo tienen que ver con un proyecto artístico, también está la amistad. Y además, la ciudad me fascina, el cariño de la gente? Me considero, en este sentido, un hijo artístico de A Coruña.

-¿Qué metas se ha fijado para el futuro?

-Solo me preparo para seguir haciendo lo que me gusta al máximo de mis posibilidades. Desde que tengo la inmensa fortuna de poder dedicarme a esto, soy consciente de ser un privilegiado, y más viendo los momentos que vivimos. Para mí es un sueño hecho realidad.

-¿Es cierto que empezó a cantar en la tuna?

-Sí, así es, fue donde descubrí que me gustaba cantar. Me acompañaba tocando la guitarra, me gustó y así fue como empecé a cantar. Una afición que poco a poco se ha convertido en esto.

-¿Quiénes son sus ídolos en el canto?

-Escucho a muchos para aprender, pero los nombres que más cercanos están son los de Alfredo Kraus y, en activo, no me puedo olvidar del maestro Leo Nucci.

-¿Por qué aún hay gente dispuesta a pagar la entrada para escuchar una historia escrita hace más de dos siglos?

-Es la magia del teatro, el embrujo de la ópera, la música que hace vibrar y sentir.

cElso albelo tenor