La Barrié redescubre la obra de Ricard Terré para el gran público

B.?R. sotelino VIGO / LA VOZ

CULTURA

La muestra presenta imágenes inéditas del autor, que vivió en Vigo

21 may 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Ricard Terré fue uno de los grandes maestros de la fotografía española, conocido y reconocido en el ámbito profesional pero quizás no tanto entre el gran público. El artista nacido en Sant Boi de Llobregat (Barcelona) residió en Vigo gran parte de su vida, por lo que la exposición antológica que la Fundación Barrié inauguró ayer en su sede en esta ciudad cobra todavía mayor sentido como homenaje a un autor cuya mirada se caracterizó siempre por el respeto hacia las personas que retrataba. La apertura de la muestra, realizada en colaboración con La Fábrica (la segunda, tras la dedicada a Catalá Roca), contó con la presencia de su comisario, el fotógrafo Chema Conesa, y con una de las hijas de Terré, Laura, a la que Conesa cedió el protagonismo «porque ella ha sido la poseedora de los secretos de su padre».

Laura Terré recordó que Ricard murió en octubre del 2009, a los 81 años, y «desde su cielo estará gozando de este momento y con estas copias maravillosas», dijo, añadiendo que le encantaría que los ciudadanos «se reconozcan en la mirada de aquel catalán de Vigo, aquel hombre alto con pajarita que los miraba a través de la cámara, y que alguno se identifique en alguna de las fotos».

La exposición repasa su trayectoria por temas, no por orden cronológico, y recupera además imágenes inéditas de las muchas que realizó en Vigo y otros puntos de Galicia y Portugal, junto a otras más recientes, como las que hizo por encargo de la Fotobienal de Vigo y se guardan en depósito en el Marco. Laura Terré definió la muestra como un recorrido por varias de las vertientes del trabajo «que valoraba muy severamente: hay una parte muy tierna, que nos explica lo que fuimos y lo que somos; y otra muy provocativa y crítica con los valores religiosos y sociales», para añadir también la elevada presencia de la infancia en sus retratos.

La hija también recordó que Terré regentaba una conocida tienda de instrumentos musicales y aparatos de sonido, Scala Terré, donde atendía al público y «se ganaba los garbanzos para dar de comer a sus siete hijos». Laura contó cómo llegó a Vigo el artista: «Haciendo la mili conoció a una viguesa de 17 años a la que volvió a buscar cuando cumplió 20 y se trasladaron a Barcelona, pero regresaron cuando mi abuela necesitó los cuidados de mi madre».