El viernes llegará a los cines españoles este singular filme de animación
22 feb 2011 . Actualizado a las 06:00 h.Fernando Trueba y Javier Mariscal presentaron ayer en Madrid Chico y Rita, una película de animación, con vocación pictórica y realista, que es su nuevo niño mimado, la particular fusión entre un director de cine y un dibujante. Y puede decirse que el madrileño y el valenciano han dejado a este peculiar filme en la casilla de salida de las obras maestras. El público tiene la última palabra.
De momento, reconocimientos y premios, como el último Goya, ya comienzan a ser el pan de cada día con el que alimentar lo que también es un tributo a Bebo Valdés, además de ese éxito tardío que, en ocasiones, ha visitado a la creativa y melancólica comunidad musical que conforman los músicos cubanos del jazz latino.
Pero, al margen, Mariscal y Trueba son un valor seguro para actos y presentaciones. Sobre todo el primero, que, como no está contaminado por prejuicios y suspicacias del sector, pues se suelta a las primeras de cambio: «Es que no se puede ir en plan de que somos un país de mierda, de boina. Hablar de Cuba es hablar de nuestras raíces españolas, de la música, de esa forma de entender la vida?», afirmó el creador de Cobi, para reforzar la idea que les llevó a componer esta delicada historia de amor, vida y música. Es más, con estas premisas de autoafirmación, aseguró que han pretendido «hacer la mejor la película de animación de Europa, con equipos de Barcelona, de Madrid, de Cuba, de muchas partes del mundo».
Fernando Trueba, que pocas veces se habrá visto en otra, sin rascar bola en cuanto a hablar, relató los inicios de la idea de Chico y Rita: «Cuando escribíamos el guión, el personaje de Chico, como músico olvidado en Cuba, venía de la realidad de lo que les pasó a muchos, como a Bebo Valdés», afirmó. Por eso Chico y Rita, en dibujos animados, se parece más a la vida que aquello del 3D. El viernes llegará, después de sus primeros premios, a los cines españoles.