La cinta lleva acumulados, según el ministerio, 142.647 espectadores
15 feb 2011 . Actualizado a las 12:11 h.Un año más, el palmarés de los premios Goya refleja dos realidades bien diferentes del cine español. A un lado, el etiquetado como comercial, con su paradigma en Tres metros sobre el cielo, la película más taquillera del 2010, con 7.047.869 euros y 1.094.933 espectadores. Al otro, el cine etiquetado como de calidad, con una componente más cultural y adulta, que, sin embargo, no encuentra respaldo en taquilla. Las circunstancias son complejas y su resolución es el principal reto al que se enfrenta el sector audiovisual. Hay un problema estructural de fondo, muy al margen de la polémica generada en torno a Internet.
Según los datos oficiales de ayer mismo en la web del Ministerio de Cultura (www.mcu.es), que no están todavía actualizados, la película Pan negro, ganadora de nueve Goyas, entre ellos el de mejor película y mejor director, es la que menos espectadores reunió desde su estreno el pasado 15 de octubre, frente a sus tres competidoras en los Goya. Abrió con 80 copias, aunque una vez conocidas sus catorce nominaciones, su distribuidora, la independiente Savor Ediciones, la reestrenó en enero con la mitad de ellas para aprovechar el tirón. Su acumulado, según el ministerio, es de 142.647 espectadores y 902.380 euros, cabe suponer que una parte importante de ellos en su comunidad de origen, Cataluña, donde se exhibió en su lengua original.
La más vista de las aspirantes es Buried (Enterrado), que partía con diez nominaciones y se llevó tres premios. El filme de Rodrigo Cortés tiene un activo de 364.795 espectadores y 2.320.012 euros, obtenidos con 199 copias desde el 1 de octubre, con el apoyo de la multinacional Warner. Le sigue También la lluvia (trece nominaciones, tres premios), distribuida por la independiente española Alta Classics, que logró colocar 197 copias el pasado 5 de enero, que sumaron 304.750 espectadores y 2.002.915 euros. El tercer lugar lo ocupa Álex de la Iglesia con su doble premio en Venecia, Balada triste de trompeta, que fue la gran derrotada al lograr dos Goyas con quince aspiraciones. Apadrinada igualmente por Warner, sus 303 copias interesaron a 277.275 espectadores (1.769.682 euros).