Escepticismo ante la teoría del origen de Cervantes en Sanabria

Xesús Fraga
xesús fraga REDACCIÓN / LA VOZ

CULTURA

La documentación contrastada apunta «indefectiblemente» a Alcalá

10 feb 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Los especialistas en la vida y obra de Cervantes han acogido con escepticismo las conclusiones expuestas por César Brandariz en su libro El hombre que hablaba difícil (Ézaro), en el que defiende el nacimiento del autor del Quijote en una aldea de Sanabria y su paso como alumno por el colegio que los jesuitas regentaban en la fortaleza de Monterrei.

Para el presidente de la Asociación de Cervantistas, el profesor de la Universidade de Vigo José Montero Reguera, toda biografía de un personaje histórico debe tener como punto de partida la documentación histórica, que, «en el caso de Cervantes, nos lleva indefectiblemente a su origen en Alcalá de Henares». Montero explica que se sabe poco de la juventud de Cervantes, pero que la poca documentación existente apunta a relaciones con Alcalá, Madrid, Valladolid y Córdoba; con esta última ciudad fueron estrechos los vínculos del padre y el abuelo paterno del escritor. «Con esta documentación es imposible pensar en otro lugar de nacimiento y de formación que no sea Alcalá», subraya.

El presidente de los cervantistas aclara que por los apellidos del autor del Quijote se puede hablar de un origen gallego o del noroeste peninsular, pero remontándose en sus antepasados, una teoría ya presente en estudiosos del siglo XVIII, como el padre Sarmiento o Juan Antonio Pellicer. En este sentido, algún familiar de Cervantes procedería de Galicia y habría extendido el apellido hacia el sur de la Península durante la reconquista, pero es difícil saber en qué momento ocurrió.

Por último, Montero respeta que se elaboren biografías noveladas de Cervantes o que se utilicen referencias de su obra, pero que deben diferenciarse claramente de la historiografía.

Partida de nacimiento de 1547

El profesor Montero cita dos documentos básicos en la adscripción a Alcalá de Henares de Cervantes. Por un lado, la partida de nacimiento que fecha en 1547 su llegada al mundo y bautismo en una iglesia de la localidad castellana y, por otro, la «Topografía e historia general de Argel», de Diego de Aedo, datada en 1612 -«pero probablemente ya llevaba escrita unos años», advierte Montero- y en la que se hace referencia al cautiverio de Cervantes y su condición de alcalaíno. «Que yo sepa, nadie ha puesto en duda estos documentos o probado que se trate de falsificaciones», argumenta el presidente de los cervantistas. Otra documentación secundaria sitúa al abuelo paterno, Juan Cervantes, como una figura importante en Córdoba entre los siglos XV y XVI.