César Brandariz analiza en un libro las conexiones gallegas del escritor
09 feb 2011 . Actualizado a las 06:00 h.Aunque la versión oficial sostiene que Miguel de Cervantes Saavedra nació en Alcalá de Henares, han sido varias las teorías que han disputado ese origen e incluso no han faltado voces que han situado la cuna del autor del Quijote en Galicia. El investigador madrileño César Brandariz acaba de publicar El hombre que «hablaba difícil» (Ézaro), el tercer libro que dedica al escritor y en el que presenta todo un cúmulo de informaciones que llevan a la conclusión de que Cervantes nació en 1549 -y no en 1547- en la aldea del mismo nombre en Sanabria, actualmente provincia de Zamora, y que estudió en Monterrei, Ourense.
Evidencias lingüísticas
Para ello, Brandariz se vale de evidencias lingüísticas, referencias culturales y estudios caligráficos. El investigador ha ido directamente a las ediciones originales, ahora digitalizadas, para recuperar el verdadero lenguaje de una obra que sufrió «adaptaciones» en el siglo XIX. Así, Brandariz destaca la concurrencia del seseo, el cierre de o en u, la geada, los loísmos y anacolutos como propios de una marcada influencia del noroeste hispánico, además de la presencia de galleguismos y lusismos en su obra.
A esto se añade otro hallazgo de Brandariz, el texto manuscrito de la Égloga de Virgine Deipara, en el que ha identificado, tras un estudio caligráfico, a Cervantes como uno de los autores. En los versos figura un personaje que se identifica como Sanabrio, amigo de Viano y conocedor del conde de Monterrei. Además, esta égloga se representó el 8 de diciembre de 1581 en el colegio que regentaban los jesuitas en la fortaleza de Monterrei, y donde Brandariz sostiene que estudió un joven Cervantes antes de partir para Madrid. «Era un centro de saber muy importante, al que acudían estudiantes de Santiago o de Coímbra», explica el investigador, quien subraya «la espléndida formación de Cervantes en los clásicos y el mundo medieval».
Cigarrones y Santa Compaña
Brandariz defiende también los años cervantinos en Monterrei con el argumento de que el escritor conocía de primera mano el entroido de Laza y explica que el cigarrón se inspira en la figura de los cobradores del conde de Monterrei. A ello se unen referencias como osos y lobos, las danzas de espadas y las ánimas en pena, la Santa Compaña y mitos con arraigo gallego como la licantropía, citados tanto en el Quijote como en Los trabajos de Persiles y Sigismunda. Cervantes llega a dar, según César Brandariz, una precisa descripción de la bica, y tampoco faltan alusiones al Camino de Santiago.
El libro de Brandariz, que se presentará el próximo día 22 en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, aporta datos que vendrían a corroborar la teoría que también enunció el investigador sanabrés Leandro Rodríguez durante años.