Esperanza Guisán: «El problema de esta sociedad es que la gente no sabe qué es la felicidad»

Concha Pino SANTIAGO/LA VOZ.

CULTURA

La catedrática de Ética dice que la sociedad «es odiosa, pero está empezando a cambiar, es como una ola»

06 oct 2010 . Actualizado a las 02:08 h.

El utilitarismo, la doctrina filosófica que sitúa la utilidad como principio de la moral, es el campo en el que la catedrática de Ética compostelana Esperanza Guisán Seijas desarrolló su actividad investigadora en las últimas décadas. Fue cofundadora de la Sociedad Española de Estudios Utilitaristas hace veinte años y de la misma sociedad a nivel Iberoamericano. De ahí que destacados pensadores hayan participado hace un par de semanas en el seminario internacional sobre esta doctrina organizado para rendirle homenaje a esta profesora compostelana con motivo de su jubilación y como reconocimiento a su trayectoria intelectual.

-¿Qué ha supuesto para usted este reconocimiento?

-Han sido los tres días más felices de mi vida, porque en este homenaje he comprobado que quien siembra recoge. Llevo trabajando en el campo de la ética utilitarista desde 1976, más o menos. Creo que conviene aclarar que el utilitarismo se trata de la teoría que fomenta la igualdad, la solidaridad y la felicidad.

-¿La clave de su estudio fue la búsqueda de la felicidad?

-Buscar la felicidad, sí, pero del desarrollo mental y espiritual o, si se prefiere, psicológico. Ya mi admiradísimo J. Stuart Mill decía que no todos los seres somos iguales, que vale más ser un hombre insatisfecho que un cerdo, con todos los respetos, satisfecho. El problema es que en esta sociedad la gente no sabe qué es la felicidad.

-¿En qué consiste?

-Estamos en una sociedad odiosa, en la que la prosperidad se centra en el dinero, en el lujo. Pero está empezando a cambiar, es como si llegara una nueva ola subterránea. Lo veo por mis alumnos cuando les hablo del amor y del sexo, que me dicen que no se acostarían con nadie si no es por amor. Son unos románticos perdidos, y solidarios. El entusiasmo con el que reciben estas ideas es muy prometedor. Las cosas que te hacen más feliz tienen mucho valor, pero no tienen precio.

-¿Cómo se aborda desde la filosofía?

-El utilitarismo no es individualista. Mill luchó mucho contra el analfabetismo y por mejorar las condiciones de vida de la gente. Pensaba que la educación cambiaría las cosas, pero lo que pasa es que ahora se da instrucción o adoctrinamiento, pero no se educa en desarrollar la mente y la capacidad de pensar y de sentir solidariamente.

-¿Como nació su pasión por el Utilitarismo?

-Descubrí a Mill yo solita cuando era estudiante, leyendo otro libro. Y la única obra que encontré traducida al castellano era malísima, así que decidí traducirla con una introducción y anotaciones, un libro que va por la novena edición. En este país se despreció mucho a Mill por la izquierda, en parte por la pequeña extravagancia de Marx, que lo calificó de filósofo burgués. Yo diría que es el filosofo para una nueva sociedad, para superar el egoísmo que caracteriza a esta sociedad burguesa. Es de una actualidad total.