Identifican una gran necrópoli altomedieval en Parada de Sil

Jesús Manuel García OURENSE/LA VOZ.

CULTURA

Según los autores del hallazgo, se distinguen «chanzos, couzóns, unha fogueira e incluso unha curiosa estrutura que define un balcón cara a explanada das sepulturas».

09 sep 2010 . Actualizado a las 02:41 h.

Los restos de una capilla medieval y de más una decena de sepulcros antropomorfos han sido identificados en San Vítor, parroquia de San Lourenzo de Barxacova, en Parada de Sil. El director de la actuación arqueológica es Eduardo Breogán Nieto Muñiz, al que acompaña el medievalista Víctor Rodríguez Muñiz. Ambos señalan que cerca de la desembocadura del río Mao en el Sil se conocía una capilla en el alto de la peña que corona la ladera escarpada de San Lourenzo sobre el río. Esos restos fueron derribados en el siglo XIX, dicen los arqueólogos. Tras varios sondeos, encontraron los cimientos de una capilla de no más de 12 metros cuadrados. Esos restos de cimientos son rebajes y entalles en la propia roca.

Según los autores, se distinguen «chanzos, couzóns, unha fogueira e incluso unha curiosa estrutura que define un balcón cara a explanada das sepulturas». Antes de la actividad arqueológica se veían cuatro tumbas antropomorfas. La documentación hablaba de diez. Tras las intervenciones se pueden ver nueve más, tan solo en el sector donde se hizo la limpieza, pues se distingue el inicio de alguna más hacia los lados del espacio intervenido y por la ladera hacia San Lourenzo. «Isto nos estaría a falar dunha necrópole de grande entidade», dice Breogán. Encontraron, además, trozos cerámicos entre las brechas de la roca y en los derrumbes laterales, siendo en su mayoría piezas medievales. También hay dos piezas de tégula romana y algún otro fragmento cerámico «que nos leva a horizontes máis antigos que o medievo», señala el director.

En las tumbas hay menos restos materiales, alguna teja y, sobre todo, una moneda de la época de Alfonso V de Portugal y un vellón de plata de Enrique II, cerca de la capilla. Por eso los arqueólogos piensan que esos datos remiten «a un horizonte temporal de entre os séculos XIV e XV, inda que sen poder establecer unha relación directa coas tumbas».

Junto a lo arqueológico se hizo un estudio recogiendo leyendas, cuentos y recuerdos de los lugareños, que hacen referencia a la capilla de San Víctor. Por ahora se cree que los restos romanos aluden a un asentamiento tardorromano, en San Víctor, lugar que pudo ser sacralizado en la Alta Edad Media. Otra hipótesis permite valorar la importancia eremítica de la Ribeira Sacra, «na que o San Vítor poidera ter sido foco de atracción para enterramentos». Esta obra se apoya en un convenio del Concello de Parada con Patrimonio.