Jesús Torres orquesta poemas de Miguel Hernández que inspiraron a Serrat, Paco Ibáñez y Camarón
CULTURA
En Alicante, cerca de la Orihuela natal de Miguel de Hernández, sonará pronto la música que sus dolorosos y sentidos poemas ha inspirado a Jesús Torres (Zaragoza, 1965). Será en el Festival de Música Contemporánea de Alicante, que acogerá el 18 de septiembre el estreno mundial de Evocación de Miguel Hernández, pieza sinfónica y coral encargada por la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales (SECC) al compositor aragonés. Constituirá uno de los actos más emotivos en recuerdo y homenaje en el año del centenario del poeta, nacido en Orihuela en 1910 y muerto en 1942 de forma vergonzante y vergonzosa, enfermo, humillado, derrotado y en la cárcel de los vencedores, con solo 32 años. Torres ha recurrido a los mismos versos que inspiraron antes a decenas de cantautores y grupos folk.
En los años setenta, Los Lobos consiguieron con Vientos del pueblo algo tan insólito como colocar esta canción en el número uno de los 40 Principales. Fue en la primavera de 1972, cuando emergió el gran valedor musical de la poesía de Hernández, Juan Manuel Serrat, que ha cantado una treintena de sus poemas. El Noi de Poble Sec publicó entonces su primer disco con poemas de Hernández, con la mítica grabación de Las nanas de la cebolla o Elegía a Ramón Sijé. También cantaron a Hernández Jarcha -que incluyó Andaluces de Jaén en Libertad sin ira-, Víctor Jara, Alberto Cortez, Paco Ibáñez, Silvio Rodríguez, Joan Baez, Adolfo Celdrán, y cantautores como Manuel Gerena, Enrique Morente o Camarón.
Serrat ha vuelto este año con otro disco celebratorio del centenario del poeta, que se cumple el 30 de octubre. Hijo de la luz y de la sombra toma el título del poema «que mejor explica el universo hernandiano» y da nombre a la gira de Serrat por todo el país. Pone música a trece poemas entre los menos conocidos de aquel Perito en lunas, cabrero casi analfabeto en su infancia, como La palmera levantina o La lección del esposo soldado.
Coro y soprano
Jesús Torres es el primer compositor clásico que se inspira en los poemas del oriolano. Ha optado por una composición sinfónica y coral de 35 minutos que dedica «a todos los caídos durante la guerra civil española». Firma una obra «ambiciosa», con soprano, coro y orquesta, estructurada en cinco movimientos: Un carnívoro cuchillo; Vientos del pueblo me llevan; El tren de los heridos; Madre España y Guerra.
Se inspira en tres poemas escritos por Miguel Hernández durante la contienda que expresan bien el estado de ánimo del poeta, apenado tanto por su situación personal como por la guerra.