«Seguiré mientras la salud me lo permita, mantengo el deseo y la inocencia que se precisan para crear»
CULTURA
Entre 12.000 y 14.000 personas -el aforo no se ha cerrado aún- podrán ver en Santiago el 31 de julio a un hombre consagrado a la música.
-Lleva desde el 72 lanzando álbumes sin parar y solo este año dará al menos 69 conciertos. ¿Cómo no se le cierra el grifo de las ideas?
-Para crear música se precisa una mezcla de deseo e inocencia. La inocencia de un niño siempre con los ojos abiertos y el deseo de un adulto de mejorar permanentemente. Y yo mantengo ambas cosas, no he caído en la rutina. Ahí está la clave, pienso. De hecho, para que mi equipo esté siempre despierto como yo y con ganas, con ilusión, suelo cambiar continuamente los guiones de los conciertos.
-De los viejos roqueros suele decirse que nunca mueren. Y en su caso parece que eso funciona también para los creadores de música electrónica. Con 61 años, ¿queda Jarre para rato?
-Por supuesto que sí. Seguiré tanto tiempo como la salud me lo permita. Mire a [el director portugués] Manoel de Oliveira, con 102 años; a [el pintor francés] Pierre Soulages, con 91; a los Rolling Stones... Todos ellos parecen más frescos últimamente que cuando eran jóvenes.
-O sea, que morirá sobre el escenario...
-[Entre risas] Trataré de que sea lo más tarde posible.