Maalouf, Príncipe de Asturias de las Letras como escritor de conciliación

Ángel Fabián OVIEDO/COLPISA.

CULTURA

El galardón al escritor libanés, autor de «León el africano» y «Samarcanda», fue concedido por mayoría

10 jun 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

El escritor libanés residente en Francia, Amin Maalouf (Beirut, 1949), añadió ayer a su brillante palmarés el Premio Príncipe de Asturias de las Letras 2010, fallado en Oviedo por un jurado que valoró como «frente a la desesperanza, la resignación o el victimismo, su obra traza una línea propia hacia la tolerancia y la reconciliación, un puente que ahonda en las raíces comunes de los pueblos y las culturas». La candidatura de Maalouf se impuso a las de la narradora y académica Ana María Matute y a la del poeta chileno Nicanor Parra.

Presidido por el director de la Real Academia Española (RAE), Víctor García de la Concha, el jurado tomó su decisión por mayoría.

Según explicaba en el acta, Maalouf «ha logrado abordar con lucidez la complejidad de la condición humana, desde la ficción histórica y la reflexión teórica». Reconoce además el jurado que «con un lenguaje intenso y sugerente, nos sitúa en el gran mosaico mediterráneo de lenguas, culturas y religiones para construir un espacio simbólico de encuentro y entendimiento».

Desde su residencia en París, el autor de León el africano o Samarcanda agradeció el premio y dijo que «ya desde los inicios de mi actividad literaria, España siempre ha estado presente en mi obra, no solo porque es la patria del héroe de mi primera novela (la mencionada León el africano), sino también y, sobre todo, porque ha sido el lugar de un encuentro emblemático, que se ha mantenido durante siglos, entre las tres grandes religiones del Mediterráneo».

Su primera novela fue publicada en 1986, ya exiliado en París, adonde llegó en 1976 huyendo de la guerra civil en su país natal. En Beirut había ejercido el periodismo, actividad que continuó también en Francia, desde donde cubrió acontecimientos como la guerra de Vietnam o la revolución iraní, aunque desde 1985 se dedica exclusivamente a la literatura, destacando sobre todo en el género histórico, que lo ha hecho popular en todo el mundo. Su obra está traducida a más de una veintena de idiomas. No obstante, ha cultivado otros géneros, como el ensayo, incluso con alguna incursión en la ópera, ya que es autor del libreto de L'Amour de loin, de la compositora finlandesa Haija Saariaho, estrenado en el Festival de Salzburgo el año 2000.

El director de la RAE, Víctor García de la Concha, dijo tras leer el acta del jurado que Maalouf «es un escritor de conciliación en un mundo convulso» que consigue construir sus obras sobre «ideas de conciliación y diálogo, mediante un lenguaje eficaz, directo, muy práctico y emotivo», proporcionando un cauce a «valores ideológicos de gran actualidad».

Comparación con Amos Oz

El escritor canario Juan José Armas Marcelo lo comparó con el israelí Amos Oz, que obtuvo este galardón en el 2007, y dijo que con más autores como ellos «probablemente árabes y judíos se entenderían mejor». Aseguró: « León el africano es una de las novelas más importantes que he leído en toda mi vida», y explicó que «toda su obra tiene una gran solidez».

La directora del Instituto Cervantes, Carmen Caffarel, no dudó en calificar de soberbia la decisión del jurado del que formó parte, y la ex directora de la Biblioteca Nacional Milagros del Corral dijo que «no hay muchos pensadores árabes que, como él, se expresen públicamente, porque hay autocensura y en Occidente tampoco les damos tantas oportunidades para liberarse de ella». Del Corral destacó el ensayo de 1988 Identidades asesinas, como la obra más universal del autor libanés.