Aragón y Navarra niegan obras para la exposición estrella del Xacobeo

M. Cheda ROMA/LA VOZ.

CULTURA

«Compostela e Europa» recala en la Santa Sede tras superar los 13.000 visitantes en París y con diez piezas más que allí

02 jun 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

La Sociedade Anónima de Xestión do Plan Xacobeo inauguró ayer en el Brazo de Carlo Magno, junto a la basílica de San Pedro, la primera exposición concebida y producida en Galicia que acoge el Vaticano, Compostela e Europa. A historia de Diego Xelmírez, definida por el gerente de la citada empresa pública, Ignacio Santos, como la exhibición «estrella» del año santo, «la más ambiciosa sin duda del 2010». Abrió, en cambio, sin tres piezas cuya presencia en Roma había sido programada por la Xunta, que gobierna el PP: sendos capiteles de inicios del siglo XII custodiados uno en la catedral de Santa María de Pamplona y dos en el claustro de la de Jaca. ¿Por qué? «Navarra y Aragón, la Administración de ambas comunidades, [que controla o apoya el PSOE], al final se han negado a cedérnoslas, simplemente. Para reunir el catálogo, hemos ido a encontrar en España los problemas que para nada tuvimos con nadie en Francia, Italia y Portugal», lamentó el comisario de la muestra, Manuel Castiñeiras.

«Dentro de dos meses es bastante probable -agregó- que podamos añadir por fin alguna de las de Jaca, pero gracias a gestiones que hemos debido llevar a cabo con particulares y siempre a cambio de sufragar su restauración». Ya comentando el asunto en privado con el deán de la catedral compostelana, José María Díaz, este último espetó a Castiñeiras: «¡Parece mentira que ni siquiera os hayan dejado una obra, es increíble¡ ¿Y cómo no habéis recurrido a nosotros cuando lo supisteis? A lo mejor encauzando las conversaciones directamente a través del arzobispo [Julián Barrio]...».

De condición itinerante, la exposición podrá verse en el monasterio de San Martiño Pinario, de Santiago, del 18 de agosto al 15 de octubre, momento en que será definitivamente clausurada. Entre el 16 de marzo y mediados de mayo ya pudo recorrerse en la Ciudad de la Arquitectura y el Patrimonio (París), donde la visitaron 13.000 personas, un 85% menos de las que la secretaria xeral de Turismo, Carmen Pardo, se había lanzado a vaticinar dos meses y medio atrás. Con todo, se trata de un «éxito», a juicio del conselleiro de Cultura, Roberto Varela, quien aguarda que en su actual emplazamiento reciba a lo largo de las próximas ocho semanas un número igual de turistas, si no superior.

En comparación con su composición en el periplo francés, en este italiano la exhibición incorpora a mayores una recreación tridimensional del aspecto de las Torres de Catoira en el siglo XI, cuando en ellas servía como teniente el padre del que a la postre designarían obispo Gelmírez. También goza de un paquete extra de 10 piezas (40 en global) a las que se sumarán cinco «sorpresas» en Santiago. Estructurada en nueve secciones, consta de capiteles, pergaminos, libros, altares, columnas... que, datados entre el IV y finales del XX, proceden de 13 localidades de cuatro países.

Alquiler y lugar privilegiado

En rueda de prensa, Varela expresó su agradecimiento a la Iglesia «por permitirnos ocupar este gran espacio situado en el corazón del mundo, algo que nos llena de orgullo». Aprovechando la privilegiada ubicación de la sala, su equipo ha colgado en plena plaza de San Pedro, por donde un día cualquiera pasan 5.000 fieles, una pancarta promocional de seis metros de alto por cinco de ancho. «Por colocar aquí banderolas de gran formato, por ejemplo, para tapar una restauración hay compañías que pagan 200.000 euros mensuales, y nosotros, nada. Es una publicidad magnífica», destacó, al hilo de ello, la coordinadora de la iniciativa, Rosa Vázquez.

Al erario autonómico el cartel le sale gratis, no así el alquiler de las instalaciones. Consultado al respecto por La Voz, Castiñeiras, sin embargo, eludió revelar a cuánto asciende dicha cantidad. Al contrario, se limitó a aseverar: «El lugar siempre nos pareció el más adecuado. Y desde un primer momento, la empresa que tiene la exclusiva del Brazo de Carlo Magno se mostró entusiasmada con la idea de colaborar en este proyecto».