Antonio Guisasola es el presidente de Promusicae, una agrupación que va dirigida a representar los intereses de los productores de música españoles en todos los frentes. Pero él habla en términos de cultura y de alerta, ante las dificultades que, según afirma, viven los asociados a la entidad y el negocio en general. Ve con incomodidad todo lo que pasa alrededor de la música, sus sistemas de venta y los nuevos soportes. Y asiste con perplejidad ante un descenso de los resultados económicos globales en España en todo lo que tiene que ver con el mundo discográfico.
Y si después del trabajo no se llevara el problema a casa, asegura que su hijo puede asaltarle con la duda: «¿Por qué, en mi clase, yo soy el único que compra discos?». Guisasola apela a la pedagogía y a la ley. Y ofrece el dato demoledor de una industria que ha perdido el 40% de los puestos de trabajo que tenía hace ocho años.
-Con estos resultados económicos que presentan, ¿cuál es su reflexión inmediata?
-Hay algo claro, o ponemos medidas y coto a la piratería o esto se acaba. En todos los frentes en los que se da, tanto en la Red como en el top manta , que está repuntando.
-¿Pero qué solución se puede adoptar a este problema?
-Hay que abandonar la dejadez con la que se está tratando el problema. Reflexionar, estudiar y analizar las medidas que se pueden tomar. Ver lo que se hace en otros países, en Europa, en Estados Unidos. España es un ejemplo de lo mal que se pueden hacer las cosas frente a la piratería. En estos otros sitios el asunto está muy claro: las descargas ilegales están prohibidas. Hay que concienciar a la gente y proteger la creación. Avisar a la gente de que eso no se puede hacer.
-¿Y qué opina del debate público que se ha creado en torno al tema?
-Si las personas que participan en él son blogueros y usuarios de Internet en esos términos, es un debate falso.