El Museo reúne 128 fotografías del autor que permiten revisar la historia de las primeras décadas del siglo XX
22 ene 2010 . Actualizado a las 02:00 h.Lucía Ramón tenía dos años cuando su padre, el fotógrafo Luis Ramón Marín, falleció en 1944. Hasta mediados de los noventa, su madre guardó el tesoro que constituían los 18.000 negativos en cristal, con imágenes de las principales escenas de los inicios del siglo XX, entre la pared de su vivienda. Allí permanecieron hasta que tras el fallecimiento de Eduarda Pla, su hija Lucía se las llevó a su casa. Ella reconoce que sabía que allí estaba «un trocito de la historia de España», pero no fue del todo consciente de lo que tenía entre sus manos hasta que junto a su familia comenzó a revisar poco a poco el material.
Sus contactos primero con la Fundación Pablo Iglesias y posteriormente con la Fundación Telefónica han dado como fruto la recuperación de un patrimonio valiosísimo tanto por su referencia documental como artística, que ahora puede verse en una exposición en el Museo de Pontevedra.
Luis Ramón Marín (1884-1944) fue uno de los pioneros del reporterismo gráfico, en el momento en que arrancó la prensa ilustrada. En un año había llegado a publicar en los medios mil fotos, que reproducían no solo los momentos estelares en política, cultura o la vida social, sino que también retrataban a otros muchos personajes anónimos, «pero siempre con la misma profesionalidad», como dice su nieto David, residente en la ciudad del Lérez. Además de fotógrafo de la familia real -«con Alfonso XIII se llevaba personalmente bien», dice Lucía- fue también uno de los primeros autores en atreverse con la fotografía aérea, con imágenes tomadas ya en 1913. Entre ellas figuran, por ejemplo, los vuelos de prueba del autogiro de De la Cierva.
Para su nieto David, el de Marín es no solo el trabajo de un reportero gráfico, «sino el de un artista». «Es un trabajo apasionado, ves cómo va mejorando, cómo va aprendiendo -apunta-. Y un detalle importante fue la voluntad de archivo. Esa capacidad de ser metódico y en cada uno de los negativos poner quién era. Pero creo que todas están etiquetadas con el mismo ojo artístico y tengo claro que hay que reescribir la historia de la fotografía en España».
El director general de la Fundación Telefónica, Francisco Serrano, también aludió a que el «espíritu inquieto» de Marín le permitió abordar una «impresionante variedad temática» en sus imágenes. La misma idea la recogió Rafael Levenfeld, comisario de la muestra junto a Valentín Vallhonrat, quien destacó que el fotógrafo «abordó temas y gentes distintos a otros autores». En la muestra, las fotos de la aristocracia -hay por ejemplo una del bautizo de la duquesa de Alba- contrastan con las del hambre y la Guerra Civil (como la serie de la evacuación de Teruel), las de personajes de la cultura como Josephine Baker o las de temática industrial, sobre la implantación de la red de Telefónica y construcción de edificios de la compañía, «que realiza como nadie».